| Habitación vacía, fría y espeluznante.
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| Desordenado, sucio, muy sin hogar.
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| Salir, no salir, ¿quién me aconsejará?
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| Una cosa es hablar y otra responder.
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| Una cosa es decir, y otra sentir,
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| Qué difícil, qué asqueroso es hurgarle la vida a un médico.
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| Cuando es difícil, no necesitas detalles,
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| Y se oye un ambladura, rápida, fraccionada.
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| A través de la nieve fría mal entendido de nuevo
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| Delirio de pura raza, mejor que pony.
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| Y quiero gritar: “¿Para qué? |
| ¿Qué hice?
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| Sí, una tormenta de nieve te tapa la boca, perra blanca.
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| Coro:
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| Sangre de la cara, corazón en las cicatrices.
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| ¡Pero debemos resistir hasta el final!
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| Lo sé: por lo que quería en el buen sentido,
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| Por creer de repente en un mundo desconcertado,
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| Por el hecho de que el amor no se consideraba limosna,
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| Por no buscarme una excusa,
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| para quemar no con leña, sino con una vela,
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| Que sabía mucho, aunque no fue un precursor, -
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| Por toda esta espeluznante y sucia habitación,
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| Vacío, frío, muy sin hogar.
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| Coro:
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| Sangre de la cara, corazón en las cicatrices.
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| ¡Pero debemos resistir hasta el final!
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| Fragmentos de platos para unas vacaciones insatisfechas,
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| Y las notas, como diablos, bailan, bromistas.
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| En los ojos rodeados de círculos de insomnio.
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| Y el abismo, y el abismo, y el abismo sin fondo.
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| Coro:
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| Sangre de la cara, corazón en las cicatrices.
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| ¡Pero debemos resistir hasta el final! |