| Me desperté ayer no en un apartamento vacío,
|
| El dulce sueño no duró mucho.
|
| El viento de invierno silbaba detrás de la pared húmeda
|
| Revellín de Alekseevsky.
|
| Con un eco atronador los pasos de los guardias en la noche
|
| Me cantaron una canción de luto,
|
| Y la llama de una vela solitaria tembló
|
| Sobre las alas abiertas de los abrigos.
|
| Coro:
|
| Una ventisca blanca, botas en la cara para nosotros.
|
| ¿Qué has hecho con todos nosotros, Patria?
|
| ¿Tal vez no ves? |
| Sí, no estás ciego, parece,
|
| Patria, Patria, Patria, Patria...
|
| Y enterrado en el famoso granito Neva
|
| Con la frente caliente, tosió con un grito:
|
| “¿Cuántas de nuestras cruces valen en Rusia,
|
| Bueno, ¡¿cuántas tumbas olvidadas?!”
|
| Coro:
|
| Una ventisca blanca, botas en la cara para nosotros.
|
| ¿Qué has hecho con todos nosotros, Patria?
|
| ¿Tal vez no ves? |
| Sí, no estás ciego, parece,
|
| Patria, Patria, Patria, Patria...
|
| Redoble de tambores y mis soldados
|
| Las bayonetas resonaron en el patio de armas.
|
| Ahogado en el bucle, el motivo se rompió ...
|
| Y solo quedó el eterno recuerdo...
|
| Coro:
|
| Una ventisca blanca, botas en la cara para nosotros.
|
| ¿Qué has hecho con todos nosotros, Patria?
|
| ¿Tal vez no ves? |
| Sí, no estás ciego, parece,
|
| Patria, Patria, Patria, Patria... |