| Quería ser geólogo, dermatovenereólogo,
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| Entonces decidí ser, como mi madre, ginecóloga.
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| Y se hizo neurólogo para fastidiar a los enemigos,
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| Ahora los golpeo en la cabeza con un martillo.
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| Me gusta clavar una aguja en el estómago,
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| Me gusta preguntar quién vive con quién,
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| También me encanta cuando tu boca no está torcida,
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| Y si estoy paralizado, entonces estoy volando,
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| Yo, hermano, puedo hacer esto, pero estoy en silencio.
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| El paciente llama. |
| ¡Pues artista! |
| Después de todo, soy un especialista estrecho,
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| Y para llegar a mí, baja dos pisos,
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| Manténgase detrás del número durante un mes o dos,
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| Y allí, ya ves, pasará un dolor de cabeza.
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| Pero en la primavera dominaré la acupuntura,
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| Entonces, sin coñac, en general, no vengas a mí.
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| Después de todo, este procedimiento es muy complicado,
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| Y sin media lata, es imposible.
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| Me miran como una madre, necesito mirar a lo lejos.
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| ¡Bueno, ciudadanos, paren! |
| No todo el mundo puede darte carbón.
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| Y si la ciática se pone muy enferma,
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| Ve a trabajar, deja que duela, no una persona discapacitada.
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| En nuestro país, la URSS, cada segundo pensionista,
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| Y eso es bueno, tenemos a alguien de quien tomar un ejemplo,
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| Y nosotros, los neurólogos, somos los responsables
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| Debemos responsablemente ante la historia.
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| Y nosotros, los neurólogos, somos los responsables
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| Debemos responsablemente ante la historia. |