Oh, cómo estaba el pan
|
servil,
|
Antes que el viento rompa las espigas de centeno.
|
el lago floreció
|
Y frente al pueblo
|
Me escondí cerca del límite húmedo.
|
En algún lugar un caballo relinchó
|
la barcaza flotaba
|
A lo largo del río, que está a cinco millas de la madre.
|
Y estoy en esa barcaza
|
fue bendecido entonces
|
Sí, y la vida era como una flor, simple.
|
Pero el arbusto ha crecido
|
baya en jugo -
|
Fluyó a través de los dedos del vino de otra persona.
|
sin plata,
|
A lo largo de las aceras
|
Caminé en un abrazo con mi culpa.
|
La ciudad se hundió en el follaje,
|
golpe de tambor
|
Respondió con lástima en el pecho con facilidad,
|
Aire fresco
|
Aguacero, tormentas eléctricas
|
Y estiércol de droga, y leche.
|
abrigo gris
|
Con esperanza, fe
|
Nos cubrimos en un sueño de verano.
|
Necesitábamos el cielo
|
no habia amor
|
Ella no giró conmigo.
|
Y de alguna manera solo así
|
De repente convertirse en adultos
|
Y los ancianos encontraron la preciada llave.
|
En los campos tristes
|
donde desesperadamente
|
Me esfuerzo cada otoño.
|
Gimp mi
|
Al Gran Hotel Hyatt
|
Enrollado en una bola bajo el acordeón de botones Vitka.
|
Las alturas se balancearon
|
El avetoro gritó
|
Y me desperté borracho en una habitación blanca.
|
Enfermera - "deportista",
|
Relaja tu hombro
|
Y hermana, enloquece con ella.
|
y oído vacío
|
y pájaro cereza
|
Me susurró a través de la ventana: "Esto es corazón de tifus".
|
Y yo ni siquiera sabía
|
que buena señal
|
Y se enterró más profundo en la nieve
|
Sábanas frescas.
|
En el corazón de la viruela,
|
Quería esconderme de todos.
|
Y yo ni siquiera sabía
|
que buena señal
|
Y siguió mirando las cúpulas
|
Cabezas de oro.
|
Plaga de abeto
|
Ella me llamó de nuevo.
|
comí apartado
|
Todo modesto
|
Y no conocía las mansiones, y ahogó su risa,
|
Pero el coche de remolque
|
como del fondo de un anzuelo,
|
Recogió, arrastró mi alma hacia arriba.
|
Y trepó para alimentarse
|
bosquecillos
|
Pajaritos y liebres, como el abuelo Mazai.
|
Y en mi otra vez
|
la gracia bajó
|
Y de nuevo mis ojos brillaron.
|
Y gris de nuevo
|
Abrigo con Vera
|
Nos escondemos en la noche.
|
La esperanza es juventud
|
No somos fríos con ella.
|
El amor grita en los asentamientos.
|
Deja que esa puerta espere
|
¿Adónde iré para siempre?
|
Una vez tomando la preciada llave
|
En los campos tristes
|
donde desesperadamente
|
Ahora ya no aspiro.
|
Deja que esa puerta espere
|
¿Adónde iré para siempre?
|
Una vez tomando la preciada llave
|
En los campos tristes
|
donde desesperadamente
|
A partir de ahora, ya no me esfuerzo. |