Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción The Man Who Would Speak True, artista - Blitzen Trapper.
Fecha de emisión: 06.06.2010
Idioma de la canción: inglés
The Man Who Would Speak True(original) |
I had a lover, her name was Grace |
She found me down in a lonely place |
She dug me out with an old jaw bone |
She dressed me up for to take me home |
She fed me words that I could not taste |
For I had no tongue, it had been replaced |
By a green and a growin' flower which grew |
And I knew if I ever spoke, I would speak true |
We lived together in an old hotel |
A broke-down palace with a wishing well |
The neighbor girl taught me how to spell |
And how to steal what I could not sell |
But I fed my tongue on the Devil’s rum |
In a roadhouse run by a godless bum |
On a drunken night, with a stolen gun |
I shot my lover as she made to run |
The judge said, «Son, what have you done?» |
But I didn’t speak a word, no I didn’t speak one |
And the judge sent me away |
And they buried my Grace, yeah, the very next day |
They sent me out on a midnight train |
In the rain, rollin' down through the dusty plain |
Four men sittin' with an old shotgun |
Silver stars pinned on every one |
They busted my mouth for to get at my tongue |
To see just how this had all begun |
So I opened my mouth like a dragon’s breath |
I only spoke truth, but it only brought death |
And I laid those boys to rest |
For the truth, in truth, is a terrible jest |
For there ain’t no road but the road to home |
There ain’t no crops but the ones you’ve sown |
And if you learn one thing from me |
You’d better guard your tongue like your enemy, yeah |
I came to ground in a one-horse town |
On the western rim, where the sun go down |
Where a branded man might start again |
For to right his wrong, for to lose his sin |
But my tongue kept growing, it would not cease |
I grew quite weary, couldn’t get no release |
So I went to the magistrate and turned myself in |
Picked up a shovel and he made the grin |
And they planted me by the sea |
Now the birds of the air make nests on me |
(traducción) |
Tuve una amante, su nombre era Grace |
Ella me encontró en un lugar solitario |
Ella me desenterró con un viejo hueso de la mandíbula |
Ella me vistió para llevarme a casa |
Ella me dio de comer palabras que no pude saborear |
Porque no tenía lengua, había sido reemplazada |
Por una flor verde y creciente que creció |
Y sabía que si alguna vez hablaba, diría la verdad |
Vivíamos juntos en un hotel viejo |
Un palacio en ruinas con un pozo de los deseos |
La vecina me enseñó a escribir |
Y como robar lo que no pude vender |
Pero alimenté mi lengua con el ron del diablo |
En un bar de carretera dirigido por un vagabundo sin Dios |
En una noche de borrachera, con un arma robada |
Le disparé a mi amante mientras ella se disponía a correr |
El juez dijo: «Hijo, ¿qué has hecho?» |
Pero no hablé una palabra, no, no hablé una |
Y el juez me despidió |
Y enterraron a mi Grace, sí, al día siguiente |
Me enviaron en un tren de medianoche |
Bajo la lluvia, rodando por la llanura polvorienta |
Cuatro hombres sentados con una vieja escopeta |
Estrellas plateadas clavadas en cada uno |
Me reventaron la boca para llegar a mi lengua |
Para ver cómo había comenzado todo esto |
Así que abrí mi boca como el aliento de un dragón |
Solo dije la verdad, pero solo trajo muerte |
Y puse a esos chicos a descansar |
Porque la verdad, en verdad, es una broma terrible |
Porque no hay más camino que el camino a casa |
No hay más cultivos que los que has sembrado |
Y si aprendes una cosa de mí |
Será mejor que guardes tu lengua como tu enemigo, sí |
Vine a tierra en una ciudad de un solo caballo |
En el borde occidental, donde se pone el sol |
Donde un hombre de marca podría comenzar de nuevo |
Para corregir su mal, para perder su pecado |
Pero mi lengua seguía creciendo, no paraba |
Me cansé bastante, no pude obtener ninguna liberación |
Así que fui al magistrado y me entregué |
Recogió una pala e hizo la sonrisa |
Y me plantaron junto al mar |
Ahora las aves del cielo hacen nidos sobre mí |