| Ahora hemos llegado a la edad
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| Donde el esplendor se desvanece
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| Y podemos mirar detrás de fachadas caídas
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| El frente brillante es simplemente falso
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| La base firme se rompe, mientras este mundo condenado decae lentamente
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| Las ilusiones vuelan alto
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| Nada que no intentemos
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| Para construir fantasías que podamos creer
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| La danza en las fauces del dragón
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| Al alcance de sus garras, destruye lo poco que pudimos recuperar
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| Nos hemos resignado a nuestro destino
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| Miedo de que nuestro tiempo se acabe ahora
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| Aunque no es demasiado tarde
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| Si tomamos medidas ahora
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| No vemos futuro, solo lo soportado hoy
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| Y mañana es humo en el viento
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| Bailamos, cantamos y jugamos
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| Porque sentimos la tensión de vivir al final de nuestro tiempo
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| Nos hemos resignado a nuestro destino
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| Miedo de que nuestro tiempo se acabe ahora
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| Aunque no es demasiado tarde
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| Si tomamos medidas ahora
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| nuestro legado
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| Se desvanece y se derrite
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| Porque mañana puede que nunca sea
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| Así que bailamos y cantamos, tratamos de soportar el pensamiento
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| De acercarse al final de nuestro tiempo
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| nuestro legado
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| Se desvanece y se derrite
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| Porque mañana puede que nunca sea
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| Así que bailamos y cantamos, jugamos el regreso del juego
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| Porque mañana puede que nunca sea
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| nuestro legado
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| Se desvanece y se derrite
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| Porque mañana puede que nunca sea
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| Así que bailamos y cantamos, jugamos el regreso del juego
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| Porque mañana puede que nunca sea
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| nuestro legado
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| Se desvanece y se derrite
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| Porque mañana puede que nunca sea
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| Así que bailamos y cantamos, jugamos el regreso del juego
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| Porque mañana puede que nunca sea |