| Si te diriges a Camden Town
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| Asegúrese de hacer un brindis
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| Al santo patrón de los niños abandonados y extraviados
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| Al fantasma de Jinny Bingham
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| Una vez que ella era una muchacha de rostro fresco, de Kentish Town vino
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| Su gente, eran buhoneros, Jinny Bingham era su nombre
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| Con su esposo, Gypsy George, una casa de autocares de Camden que mantuvieron
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| Hasta que lo colgaron del cuello de Tyburn Tree por robar ovejas
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| Le rompió el corazón perder su amor cuando era solo una niña.
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| Entonces, un hombre llamado Derby tomó la mano de Jinny, mansa y apacible.
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| Era un bebedor, no un pensador, todos los días hacía llorar a su esposa.
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| Hasta que una mañana de invierno en Camden, Derby simplemente desapareció.
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| Si te diriges a Camden Town
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| Asegúrese de hacer un brindis
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| Al santo patrón de los niños abandonados y extraviados
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| Al fantasma de Jinny Bingham
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| Se ganó su reputación en esas amargas calles de Camden
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| Si te quedaras con la chica Bingham, mantendrías tu hombría barata
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| Pero aun así, el avaro Pitcher fue el tercer hombre en sus labios.
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| Hasta que una noche revisaron su horno, lo encontraron quemado hasta quedar crujiente.
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| La juzgaron por su asesinato, pensaron que finalmente habían cocinado su ganso.
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| Pero incluso cuando murió el siguiente hombre, Jinny de alguna manera deslizó la soga
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| Fue fugitivo de la justicia, por amor ella lo tomó en
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| Pero él la golpeó de vez en cuando y el veneno lo hizo en
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| Si te diriges a Camden Town
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| Asegúrese de hacer un brindis
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| Al santo patrón de los niños abandonados y extraviados
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| Al fantasma de Jinny Bingham
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| A los lugareños no les gustaba, las palabras falsas la seguían.
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| La llamaron mala mujer, hechicera de algún renombre
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| Juraron que sobre las lápidas de sus maridos se había enriquecido
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| Los obscenos y los justos sabían que era una bruja
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| Pero la razón por la que la odiaban era muy simple.
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| Tuvo bondad para los descuidados, acogió a los necesitados
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| Los culpables y los jugadores, las rameras y las rameras
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| Todos sabían que Jinny ofreció refugio en su bar.
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| No hay juicio para los juzgados, y nunca puedes caer demasiado lejos
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| El día que murió juraron ver al diablo a su lado
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| Una multitud derribó su puerta y desde su silla su cuerpo forzó
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| La taberna sigue en pie, ahora se llama Underworld
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| Y todavía ofrece santuario para todos los niños y niñas quebrantados
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| Así que vayamos a Camden Town
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| Y amigos, hagamos un brindis
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| Al santo patrón de los niños abandonados y extraviados
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| Al fantasma de Jinny Bingham |