| Y mi alma caerá a mis pies, | 
| Lo que tienes que perder, lo eliges tú mismo. | 
| Y mi alma duerme en mis brazos. | 
| Que no sea tuyo, te eliges a ti mismo. | 
| ¿Por qué veo el brillo en tus ojos cada vez? | 
| ¿Por qué corro cada vez esta primavera? | 
| Ella no es mía, y siempre lo ha sido. | 
| Ya sabes, mi alma vendrá allí de nuevo. | 
| Y ella dirá, bebé, bebé, bebé. | 
| Se le señalará las puertas cerradas. | 
| Y me siento con ella y entiendo de nuevo | 
| Tal vez ella te deje pronto. | 
| Y mi alma caerá a mis pies, | 
| Lo que tienes que perder, lo eliges tú mismo. | 
| Y mi alma duerme en mis brazos. | 
| Que no sea tuyo, te eliges a ti mismo. | 
| ¿Por qué me enseñaste a creer en el amor? | 
| ¿Por qué me sacaste de estos sueños? | 
| Por qué complicar las cosas, porque veo una cosa | 
| Cállate o grita, ahora no me importa. | 
| Y muy tranquilamente me pararé en paralelo. | 
| Todo es de alguna manera salvaje, lo siento por mí mismo. | 
| El alma señalará las puertas cerradas, | 
| Y de nuevo dirá, ay, nena, nena, nena. | 
| Y mi alma caerá a mis pies, | 
| Lo que tienes que perder, lo eliges tú mismo. | 
| Y mi alma duerme en mis brazos. | 
| Que no sea tuyo, te eliges a ti mismo. | 
| Y mi alma caerá a mis pies, | 
| Lo que tienes que perder, lo eliges tú mismo. | 
| Y mi alma duerme en mis brazos. | 
| Que no sea tuyo, te eliges a ti mismo. | 
| Y mi alma caerá a mis pies. |