| Silenciosamente deambulo entre los campos
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| Anhelo, triste por mi señora,
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| Que querida ella era para mi
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| Y sin ella, mi vida no es dulce.
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| Recuerdo ese día, como ahora,
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| Se sentó a la mesa el décimo fue una hora,
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| La luna brillaba suavemente sobre nosotros
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| Le serví vino a mi señora.
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Empezamos a bailar con ella a la luz de las velas,
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| Traté de abrazarla más fuerte
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| La grabadora nos cantó dulcemente,
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| Quería su alma y su cuerpo borrachos.
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| Su vestido cayó al suelo.
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| Mi corazón latía en mi pecho,
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| Respiré apasionadamente en su cabello,
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| Su dulce mirada me aplastó.
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Lala-lalay lala-lala-lalay
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| Y fue entonces cuando ocurrió el problema.
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| Nunca olvidaré este momento.
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| Ella pisó una cáscara de sandía
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| Y... golpea tu cabeza en la esquina de la mesa,
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| me cai con ella
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| Me torcí el brazo, pero eso es una mierda.
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| Por mucho tiempo le rogué que viviera,
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| Maldije la cáscara de sandía en mis corazones. |