Allí, más allá de la tercera intersección, y desde allí estrictamente hacia el sur,
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Un jinete con un sable dorado siembra estrellas en la hierba.
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¿Tu escuchas? |
Los racimos caen del cielo desde los agujeros de grano de acero,
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Senderos veloces de montaña que se cubren con un velo.
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Coro:
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Los caminos entrelazados en una apretada bola de serpientes enamoradas,
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Y del aliento de los volcanes en las brumas el ala se entumece...
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¡Malvado, cálmate! |
Todavía somos más fuertes que tú
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Y las luces de los países celestiales serán cálidas hoy.
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Allí, en el tercer muelle, una vela gris, una vela blanca,
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Partir el cielo desde el principio hasta el amanecer con una herida lacerada,
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¿Tu escuchas? |
El mar lava cicatrices, rocía sal gruesa
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Costras del color de la sangre del toro, como un recuerdo de un dolor antiguo.
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Coro:
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Los caminos entrelazados en una apretada bola de serpientes enamoradas,
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Y del aliento de los volcanes en las brumas el ala se entumece...
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¡Malvado, cálmate! |
Todavía somos más fuertes que tú
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Y las luces de los países celestiales serán cálidas hoy.
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Allí, en el tercer umbral, detrás del ancho escalón,
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Verdaderas piedras de seda, el camino se parte en dos,
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¿Tu escuchas? |
El camino correcto lleva al muelle,
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El camino tortuoso es hacia las montañas, hacia el sur, pero no hay camino en el mundo,
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¡Para llevarnos unos a otros!
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Coro:
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Los caminos entrelazados en una apretada bola de serpientes enamoradas,
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Y del aliento de los volcanes en las brumas el ala se entumece...
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¡Malvado, cálmate! |
Todavía somos más fuertes que tú
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Y las luces de los países celestiales serán cálidas hoy.
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Los caminos entrelazados en una apretada bola de serpientes enamoradas,
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Y del aliento de los volcanes en las brumas el ala se entumece...
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¡Malvado, cálmate! |
Todavía somos más fuertes que tú
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Y las luces de los países celestiales serán cálidas hoy. |