| Ah, de lo contrario en los últimos años
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| La tierra conjurada con el cielo,
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| La diva maravillosa maduró entonces,
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| Maravillosos milagros obraron por sí mismos.
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| Olvidando la Horda Dorada,
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| El rugido abigarrado de la llanura china,
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| Serpiente alada en el jardín del desierto
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| A menudo se escondía a medianoche en mayo.
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| Solo las chicas ven la luna
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| Salieron con paso majestuoso,
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| Rápidamente recogió uno,
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| Y se elevó, y se esforzó hacia atrás.
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| Cómo brillaba, cómo cegaba y quemaba
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| Concha de cobre bajo la luna depredadora,
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| Cómo voló con un anillo de plata
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| Grito dimensional sobre el bosque Rusia:
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| "Soy tales bellezas, cisnes,
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| Con tal blancura lechosa,
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| Nunca me encontré en ningún lado
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| Ni en un país de ultramar, ni en uno del este;
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| Pero ninguno ha sido
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| En mi magnífico palacio, en Lagor —
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| Mueren en el camino, y los cuerpos
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| Lanzo al Mar Caspio.
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| Duerme en el fondo, entre los monstruos del mar,
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| Por que les sale mas caro, loco,
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| Que en mis poderosos brazos
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| ¿En el solemne lecho principesco?
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| Y a veces tengo envidia del destino
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| Un tipo con una pipa de pastor blanca.
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| En el prado, donde se agolpa la doncella
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| Tan complacido con su broma..."
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| Al escuchar estos gritos, Volga
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| Salió y miró con tristeza.
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| Poniendo una cuerda en los cuernos
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| Recorrido antiguo de Belovezhsky. |