| Un cuervo que está siendo soñado
|
| Por un niño que está siendo llevado a través del bosque
|
| Durmiendo, preguntándose en su media conciencia crepuscular
|
| Donde fue su madre
|
| se que moriste
|
| Pero en el sueño del cuervo de este niño sobrevives
|
| Debajo de capas de animales salvajes mágicos y simbólicos
|
| Habitando los bordes de nuestras conciencias empañadas
|
| Aferrarse a algo para sostener, algo viejo
|
| Como un nombre grabado en una piedra
|
| O un pájaro que hará contacto visual
|
| Ahí es donde vives ahora
|
| O al menos ahí es donde te tengo
|
| Y todavía estamos aquí sin ti
|
| Durmiendo y saliendo el sol
|
| En las ruinas de nuestro hogar, nos despertamos de nuevo
|
| Volviendo a esto
|
| Cada día que pasa, el eco de ti viviendo aquí se vuelve más silencioso
|
| Oscurecido por el fuerte viento de nosotros ahora
|
| Llorando y gimiendo por ti
|
| Pero también vivir, hablar de la escuela.
|
| Haciendo comida, solo sobreviviendo y aún conteniendo amor.
|
| Despertando de nuevo, el bebé que conocías ahora es un niño
|
| Y cuando ella me mira con tus ojos en forma de almendras
|
| Me remuevo por dentro y resurjo
|
| Voy abajo y enciendo CBC y preparo un poco de café
|
| Y hervir dos huevos, convertir dos piezas de pan en tostadas
|
| Abre la ventana y dale algo de ropa al niño.
|
| Y haz que nos sentemos a la mesa
|
| Donde tu silla todavía se sienta frente a mí, mirando
|
| me pongo de pie para poner musica
|
| Nuestra hija ve y pide el registro de mamá.
|
| Y ella está mirando al hablante con esta mirada de reconocimiento.
|
| Poniendo todo junto que ese eres tú cantando
|
| Estoy sollozando y comiendo huevos otra vez.
|
| Eres un eco silencioso en el viento fuerte
|
| Pero cuando lo intento, te veo en todas partes
|
| En plantas y pájaros y en nuestra hija
|
| En la puesta y salida del sol, y en cualquier
|
| Y los mitos que solían contarse alrededor del fuego
|
| Donde la cabeza de una foca asoma desde el agua
|
| Cruzando un umbral entre dos mundos, el tuyo y el mío
|
| Estábamos entrelazados esqueléticamente una vez
|
| Pero ahora veo cuervos en su lugar
|
| no te veo por ningun lado
|
| Si todavía cuelgas en las ramas
|
| Como madera quemada, saldré debajo
|
| Con los brazos extendidos y paso mis dedos por el aire
|
| Donde respiraste, tocando tu último aliento
|
| Llegando al mundo de los desaparecidos con mi mano vacía |