En las aldeas - complete lechaim,
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las toallas están llenas de gallos,
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los buenos muchachos untan prokhore negro con cera,
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y la princesa roja en pena -
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ella tiene una guerra detrás de ella
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Sí, diecisiete caminantes en la neblina gris de enero.
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No es dulce para ella, oh no es dulce,
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ella tiene un parche en su vestido,
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enemigos en las fronteras, con un problema de siembra, la tesorería está vacía,
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sus vasallos son alegres -
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aturdidores, conquistabols,
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una pérdida de cien rublos de cada pelirrojo, como de un arbusto.
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Y la princesa, lanzando ultimátums a la llama de la chimenea,
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en una reunión urgente anuncia un descanso de media hora,
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llama al gallo pelirrojo para que se ponga en contacto con las águilas,
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oíd, águilas, volved a nuestros cielos azules.
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Cada día es más perturbador que la noche -
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los payasos malvados afilan sus navajas,
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los cruzados se pusieron sus capuchas negras,
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Los Guardias Rojos salieron del coma
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y feroces administradores de casas
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Cruzó la frontera y acampó junto al río.
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La princesa llama al gato pelirrojo, como sucedió más de una vez,
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manda a los leopardos, el gato va sin esperar la mañana,
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leopardos de las nieves, guardianes de ojos azules de los pasos de hielo,
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rescátanos, leopardos, regresa a nuestras tiendas azules.
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Si alguien está esquiando en el verano -
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este, quiere decir, exactamente de los pelirrojos,
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todo no es gracias a Dios, cualquier negocio es escupido,
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pero por ahora el gobernador tiene suerte,
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leopardos de las nieves salen de los pasos
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y patrullas de águilas sobrevuelan Bald Mountain.
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La princesa recorre el ejército en la víspera del amanecer,
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lo principal es maniobra, dice, todo lo demás son tonterías,
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todo ya está calado, y además, comienza el verano -
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tiempo brillante y cariñoso del gallo colorado.
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Ella tiene una Victoria hoy -
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los cruzados gimen cautivos,
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los payasos malvados son tomados con pinzas y atrapados debajo del puente,
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y corre, perdendo tréboles,
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colgados sorprendidos,
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y un administrador de edificios rayado se esconde en un barranco.
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Tuve un poco de suerte
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hijos del dios pecoso,
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y desde un árbol alto se oyó una canción a una milla de distancia,
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canta un kochet ardiente,
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las chicas traviesas se ríen
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Sí, bajo Bald Mountain florece un helecho.
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Tú conduces, princesa, las penas que se agolpan bajo la puerta,
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basta de nuestra tristeza, ya tuvimos suficiente,
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canta, mi verano, amanecer, hincha plumas rojas,
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barba de seda, cabeza de mantequilla... |