| Está lloviendo afuera, el hielo se está derritiendo afuera, está derramando lágrimas. | 
| Te dolerá la cabeza como siempre: más allá de los mares está ese dulce néctar. | 
| Está lloviendo afuera, el hielo se está derritiendo afuera, está derramando lágrimas. | 
| Te dolerá la cabeza como siempre: más allá de los mares está ese dulce néctar. | 
| Enredado como un topo, entre los bajos y las alturas colgado | 
| Y a algún lugar me lleva la brisa, hechizado por el llamado de la señorita. | 
| Las gotas golpean el cristal, ahora en silencio, aquí se tejen nidos de pasión - | 
| Bebiendo vasos, sí, vistas al fondo llenas de rencor, | 
| Fondo donde estoy, pero ella no. | 
| Al otro lado del pez dorado no espero como un pescador | 
| Y todavía no puedo escupir en un sueño, | 
| Ruego a Vuestra Majestad el tiempo, no arruinéis así a la sirvienta. | 
| Solo seré el atardecer y el amanecer para los ojos | 
| No sé por qué, pero es necesario, es necesario, sin besos y sin frases. | 
| Seré arrojado al jugador, como chocolate por vino, manteniendo sueños y atesorando siempre por | 
| marco de cine. | 
| Bueno, mocoso recto, el viento se lleva estos pensamientos, | 
| El frío me puso a dormir rápidamente, la lluvia: apagas las chispas. | 
| ¿Podrías olvidar? | 
| Después de todo, los nervios están completamente amargados. | 
| Un disparo es directo al corazón mismo que acaricia los pensamientos del alma. | 
| ¿En qué te has convertido? - Necesito ser un cobarde y tengo tanto miedo de no recibir esos toques, | 
| Lo que tira en las sábanas con mano ligera | 
| Y cuando vienen a mí, se acuestan los que son una carga para mi alma. | 
| Al otro lado del pez dorado no espero como un pescador | 
| Y todavía no puedo escupir en un sueño | 
| Ruego a su majestad el tiempo no arruine así al sirviente. | 
| ¿En qué te has convertido? - Necesito ser un cobarde y tengo tanto miedo de no recibir esos toques, | 
| Lo que tira en las sábanas con mano ligera | 
| Y cuando vienen a mí, se acuestan los que son una carga para mi alma. | 
| Al otro lado del pez dorado no espero como un pescador | 
| Y todavía no puedo escupir en un sueño | 
| Ruego a su majestad el tiempo no arruine así al sirviente. | 
| Anhelo, no puedo ver una flor en el desierto en medio de la arena. | 
| Anhelo, y que las lluvias vuelvan a llorar este cuento de hadas. |