| Oyes, rompiendo las cuerdas, el violín está llorando tan tristemente.
|
| De los labios, rompiéndose, se derrite en silencio una sonrisa triste.
|
| Y la niebla de repente se deshizo como harina de plata.
|
| Soy yo quien te dice adiós, mi agridulce engaño.
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Verás, la luna está arrancando estrellas plateadas del cielo.
|
| Oyes el llanto de las gaviotas sobre la ola: es demasiado tarde.
|
| Y la esperanza abandona nuestra incómoda isla.
|
| Este soy yo despidiéndote, mi cautivador espejismo.
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo despidiéndote.
|
| Los tontos no sabíamos que el amor es una batalla.
|
| Y no sabían que tendríamos que sufrir la derrota.
|
| Somos los dos perdedores, nadie ha ganado.
|
| Soy yo quien te dice adiós, el fantasma de mi felicidad.
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo despidiéndote.
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo despidiéndote.
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo diciéndote adiós
|
| Este soy yo despidiéndote. |