| Colgado bajo el espeluznante resplandor de los sueños arruinados
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| Engreimiento crudo vestido con carne y calor humano
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| Otro reloj roto bien limpio
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| Un futuro de irrelevancia prescrita por uno mismo
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| El color de la deuda y el sometimiento
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| Dificultades
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| Un pozo sin fondo de deseos incumplidos
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| Un peón semierecto y descuidado
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| Vivir en la culpa, el arrepentimiento y la negligencia
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| Morir boca abajo sobre un colchón sucio
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| Las mismas cuatro paredes grises
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| Hilado
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| ¿Parecemos miserables?
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| ¿Cómo debemos sentirnos?
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| Cuando sus manos gordas
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| Sigue extendiéndote para tomar lo que es nuestro
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| Quieren que nos guste
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| Nuestro agujero negro
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| Acomódate y déjate atrapar
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| Celebra nuestro declive
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| con los ojos cerrados
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| La sospecha y el miedo deciden nuestro código moral
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| Mientras la fe en nosotros mismos parpadea
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| Asumir que lo peor siempre es preferible
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| Dar el beneficio de la duda
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| El diablo que conocemos, el diablo en nuestros corazones
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| El amante que escondemos de todos nuestros amigos
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| El secreto que guardamos hasta la hora de nuestra muerte
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| La esperanza del terminal que nos negamos a soltar…
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| Que hay más
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| Mas allá de la muerte
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| Hay amor
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| Pero el dolor empeora con la edad
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| Será mejor que te acostumbres a su afirmación
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| En tu menguante resto de días
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| Le pondrás cara al nombre
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| Del fantasma que te volvió loco
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| Ella espera pacientemente para llevarte
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| Pero de vez en cuando
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| La lista de errores que has compilado
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| Parece irrelevante y se desliza de tu mente
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| Y en esos momentos el peso
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| Mantenerte presionado se aleja
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| Y con la presión eliminada puedes
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| Casi veo quién pensabas que serías
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| Lejos del cuerpo y la mente
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| Aún ocupas a regañadientes |