| ¿Ves esa alta presión en el cielo, sientes que es una estación extraña?
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| Pero por la noche la niebla te dice de un tirón que ha llegado el dios del invierno
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| ¿Puedes oír un avión volando? |
| Oyes ese sonido de un piano
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| ¿De un Mozart desafinado que intenta y vuelve a intentar, pero no encuentra el sentido de la verdad?
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| Sientes la razón de los patios mojados, de los carros muriendo en los prados
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| ¿La línea pálida de viejas heridas, de cartas no enviadas?
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| ¿Ves el ruido de los cuentos de hadas extintos? |
| ¿Sabes que ya no somos nada?
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| No somos un avión o un avión desafinado, estación, patio o césped...
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| Conoce el olor de las calles desiertas que conducen a viejos descubrimientos
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| Y con aceite, marcos, chimeneas corroídas, en suburbios misteriosos
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| ¿Y con barandillas implacables para ninguna parte, con camas, catres, alcobas?
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| ¿Sabes de qué color son las nubes bajas y los asientos de una antigua tercera clase?
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| ¿La angustia que da un llano infinito? |
| me quieres a mi y a la vida
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| ¿De un día cualquiera, de una costa yerma? |
| ¿Sabes que ya no somos nada?
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| No somos un camino ni una melancolía, un tren o un suburbio
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| No somos ni un descubrimiento ni una orilla marchita, no somos ni un día ni una vida...
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| No somos el polvo de un rincón sombrío, ni una piedra arrojada a un vaso
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| El chasquido del sol en un campo de trigo, no somos, no somos, no somos...
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| El cielo se vuelve rayado y esa alta presión es una película de segunda ejecución.
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| Es el grito habitual que dice lentamente:
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| "No somos, no somos, no somos..." |