| Escucha, nena, no seré tu perro toda mi vida.
|
| Llamaste a tu otro hombre para decirle, toma mi vida.
|
| Entonces, ¿qué más puede hacer un hombre?
|
| Renuncio a mi trabajo, te entrego mi dinero.
|
| Escucha, nena, no me estás tratando bien.
|
| No haces nada más que payasear y pelear.
|
| Sabes que te amo, no me importa lo que hagas.
|
| Me estoy cansando de hacer payasadas contigo.
|
| ¿Qué más puede hacer un hombre?
|
| Renuncié a mi trabajo, te entregué mi dinero.
|
| Sal esta noche, chica, sin saber lo que haré.
|
| Me estoy cansando de preocuparme por ti.
|
| ¿Qué más puede hacer un hombre?
|
| Renuncio a mi trabajo, te entrego mi dinero.
|
| Ahora tócalo, vamos a escucharlo.
|
| Ahora sabes mamá, me estoy cansando, cansando, cansando.
|
| Aquí en St. Louis, todos disfrazados.
|
| Lloré anoche, y la noche anterior.
|
| Creo que esta vez no tendré que llorar más.
|
| ¿Qué más puede hacer un hombre?
|
| Renuncio a mi trabajo, te entrego mi dinero.
|
| Entonces, adiós bebé, te dejo ahora.
|
| No, no querrás decir nada bueno de ninguna manera.
|
| Hiciste todo lo que una mujer puede hacer.
|
| Lo sabes, así que he terminado contigo.
|
| ¿Qué más puede hacer un hombre?
|
| Renuncio a mi trabajo, te entrego mi dinero. |