Durante mucho tiempo cantamos a la Luz, mientras nosotros mismos caminábamos en la oscuridad,
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Sin darse cuenta de la charla.
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Mientras el viento jugaba con cuerdas de vidrio,
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Conectando nuestras almas a la tierra.
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Caminamos lejos, seguimos altos secretos,
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Fuimos porque no había otra manera.
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Y los que guardaban la casa callaron y se derritieron,
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Uno a uno se derritieron, se derritieron, se derritieron,
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En el cielo el color de la lluvia.
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Los dedos de los santos de octubre aún están tiernos,
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Sólo sus rostros se vuelven invisibles.
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Soy todo yo - aparentemente no podía hacer frente a los colores,
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O olvidé las palabras de nuevo cuando quería cantar.
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Nada, pronto enero crepitará detrás de la cerca,
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Con su bebida helada, revuelve y provoca.
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Si tan solo pudiera resistir. |
Pero veo - me estoy cayendo
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Me estoy cayendo, me estoy cayendo, me estoy cayendo, me estoy cayendo
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En el cielo el color de la lluvia.
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Y dicen que eran con alas,
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Y sus ojos eran agua viva.
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Pero las palabras graciosas vuelven a oler a polvo,
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Y nos llevan una y otra vez, no nos dirán adónde.
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Y en el cielo hay un silencio transparente, y todo es más claro que claro,
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No hay tiempo, lo que significa que no esperamos más.
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Y en el corazón azul se eleva como un halcón,
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Para bendecir la tierra ardiente con lluvia.
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Nunca he tenido flores tan interminables,
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Y más allá del horizonte, acercándose a él.
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Ves que las redes están vacías, y no había a quien atrapar,
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Y nunca fue, nunca fue, nunca fue, nunca fue,
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El cielo es del color de la lluvia. |