| Jajaja
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| Oye, oye, oye
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| Ja, ja, ja, ja, ja
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| Ja, ja (otro día), ja
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| Oye, oye, oye, ah (Señor, solo tengo que encontrar una manera)
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| El viejo maestro tenía un leproso por niño
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| Lo dejó afuera para que se las arreglara solo en la naturaleza
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| Se reían de él cada vez que iba a la ciudad.
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| Así que se mantuvo solo y rara vez se acercaba
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| Amaba la vida y amaba a su familia
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| Pero él no podía entender por qué no lo aman.
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| Dormí en el cobertizo solo
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| Y todo lo que siempre quiso fueron algunos amigos propios
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| Unas manos lo salvaron, lo acogieron y lo criaron
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| Le enseñó sobre el amor y la lucha y la paciencia
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| Le dio el consuelo familiar que anhelaba.
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| Trabajó cuando ellos trabajan y cantó cuando ellos cantaron
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| Cantó tan claro y tan fuerte
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| Que los amos de los niños lo oyeran desde la casa
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| Reconocen su voz y salen corriendo
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| Todo el mundo quiere saber de qué se trata todo este alboroto
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| Predica sobre el Sr. Predicador, dicen
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| Todos quieren escuchar lo que tienes que decir
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| Ponte de pie, habla fuerte, chico, ese es el camino
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| Esas canciones tuyas, tráenos un nuevo día
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| Ja, ja (otro día), ja
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| Oye, oye, oye, ah (Señor, solo tengo que encontrar una manera)
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| Mira buen Señor, he estado esperando tanto tiempo
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| Para que todos ustedes vengan aquí y me lleven a la casa
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| El mundo es tan frío sin un lugar al que pertenecer
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| Dijeron «vamos adentro chico, canta tu canción»
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| Entró y para su sorpresa
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| Era tan malditamente volador que no podía creer lo que veía.
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| Comió y bebió y se sintió satisfecho
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| Hasta que se sentó junto a la ventana y miró hacia afuera
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| Seres queridos trabajando
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| Los ojos se llenaron y su corazón comenzó a doler
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| Porque la gente ha estado cantando durante años
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| Pero ninguno de ellos ha puesto un pie aquí
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| Espera, cómo obtienes tanto
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| Viviendo de gente como nosotros que lo tenemos tan duro
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| La forma en que los sostienes en tu embrague frío
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| Me hace pensar que no amas lo suficiente a tu propia alma
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| Predica sobre el Sr. Predicador, dicen
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| Todos quieren escuchar lo que tienes que decir
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| Ponte de pie, habla fuerte, chico, ese es el camino
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| Esas canciones tuyas, tráenos un nuevo día
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| Predica sobre el Sr. Predicador, dicen
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| Todos quieren escuchar lo que tienes que decir
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| Ponte de pie, habla fuerte, chico, ese es el camino
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| Esas canciones tuyas, danos un nuevo día
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| Cerró los ojos mientras cantaba cada nota
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| Las canciones que le enseñaron y las que escribió
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| Se puso de pie, se aclaró la garganta, agarró su abrigo.
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| En esos últimos momentos, se pronunciaron unas pocas palabras.
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| «Solía asomarme a esta vieja casa con asombro
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| Imaginando cómo debe ser y todo
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| Y esta es la mejor extensión que estos ojos jamás vieron
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| Pero no me importa decir que lo siento por todos ustedes
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| Todo lo que se está poniendo, tan poco dando
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| Llevó a muchos de ustedes a olvidar lo que falta
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| Te construí una prisión grande y bonita para sentarte
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| Pavonearse por aquí, convencido de que eso es vivir
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| Pero vamos a seguir cantando
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| Sigue soldando, sigue construyendo
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| Sigue enseñando y sigue escuchando
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| Y sigue, sigue, hasta que todo sea diferente»
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| En el cobertizo, el sol comienza a ponerse
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| Dijo todas sus oraciones y recostó su cabeza
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| Todo decía que necesitaba decir
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| Y una de estas mañanas nos despertaremos con un nuevo |