| John Dunne era un cazador, cazaba hombres buscados
|
| Si pusieran precio a su cabeza, John Dunne fue tras ellos
|
| Tomó la palabra de los carteles cuando decían vivo o muerto
|
| Nadie intenta escapar con una bala en la cabeza
|
| Y cuando murió, murió solo, la forma en que había pasado sus años
|
| No se tocaron campanas, no se cantaron canciones, nadie derramó una lágrima
|
| Sin lamentos y sin flores, sin coche fúnebre para llevarlo a casa
|
| John Dunne era un cazador y John Dunne murió solo
|
| John Dunne se ganó la vida luchando en las guerras de otras personas
|
| No sabía ni le importaban las causas por las que luchaba.
|
| Quien pagó su salario compró su lealtad y su mente
|
| Cuando John Dunne se fue a trabajar, dejó su corazón y su alma atrás.
|
| Y cuando murió, murió solo, en algún agujero dejado de la mano de Dios
|
| Sin oración fúnebre, solo maldiciones sobre su alma
|
| La cena para los carroñeros fue cómo encontró su fin.
|
| John Dunne era un mercenario y murió sin un amigo
|
| John Dunne, vendía armamentos a cualquiera que comprara
|
| El trato fue en efectivo, sin preguntas, sin cómo, quién o por qué.
|
| Sin piedad para los vivos, sin conciencia para los muertos
|
| Bueno o malo o correcto o incorrecto nunca pasó por la cabeza de John Dunne
|
| Y cuando murió, murió solo, sin seres queridos a su lado
|
| Sin elegías, sin corazones rotos, sin lamentos o tristes despedidas
|
| Sin palabras cariñosas de recuerdo, ni siquiera mentiras amables
|
| Nadie lo notó el día que murió John Dunne. |