| Íbamos por las tardes buscando la armonía
|
| Descubrí USA y revistas raras
|
| Te reíste de verme grande y gorda con comics
|
| Yo también sonreí cada vez más descontento
|
| Luego escribí tu nombre, derramándose lentamente sobre la nieve
|
| Lo extraño que parecía vino
|
| Me fascinó su color rubí
|
| ¿Por qué lo limpiaste con tu pie?
|
| La caja de música mecánica está agotada.
|
| Solo queda el eco a lo lejos
|
| Pero dime qué estás haciendo, lejos, lejos en la otra habitación
|
| Pero dime que haces con tu vida
|
| ¡Oh tarde, baja temprano! |
| ¡Oh nuevo mundo, aquí viene!
|
| ¡Revolución, cambia algo!
|
| Cancelar la sonrisa habitual de este ahora corroído
|
| Mi civilización cansada que se arrastra
|
| Luego, de repente, llovió sobre el Amstel, ¿te acuerdas?
|
| dijiste algo sonriendo
|
| Respondí, creo, algunas perogrulladas también
|
| Descubriendo el encanto de un diálogo entre sordos
|
| Tu abuelo fue un gran hombre, famoso quién sabe qué
|
| Dicen que "todavía es inteligente"
|
| Su extraño "weltanshauung" me expuso a gestos y escupitajos.
|
| Señalando una rosa con el dedo índice
|
| Melancolías discretas que no saben ser secretas
|
| Mis pequeñas y modestas historias
|
| Que nunca se han puesto el nombre de los poemas
|
| Mis amigos de todos los tiempos, ya sabes!
|
| La borrachera ya conocida quizás demasiadas veces
|
| Durante el día bebo el agua y hago el ensayo
|
| Para esto, solo por la noche, tengo cuatro centavos para un mensaje.
|
| Para gritar en la cara de los que no la recogen
|
| Tu padrastro era un músico muy conocido.
|
| Conociste a tu padre en algunos shows.
|
| Tomamos té en el suelo y me gustó ese tiovivo
|
| De personas en tus historias de artista
|
| Ansiosamente me confiaste no sé qué secreto
|
| Decir "mujer" y no "la camarera"
|
| Tu madre tuvo un fuerte dolor de cabeza esa noche.
|
| Yo era pensativo, tímido, discreto.
|
| Y tú en la otra habitación persiguiendo tus pensamientos
|
| No creas que hay mejor alrededor
|
| Somos como todos y un poco, día tras día
|
| Desperdiciamos nuestro hoy como ayer
|
| Pero entonces ¿qué importa? |
| Tenemos que apegarnos a los pactos.
|
| no quiero cielo ni infierno
|
| Si a veces grito de ira, entonces me olvido y me pierdo.
|
| En los mundos dentro de los ojos de mis gatos
|
| Salimos un poco calientes por demasiado vino negro
|
| Bailamos en la calle, ya amanecía
|
| Parecía una comedia musical americana.
|
| No lo sabes, pero por dentro me estaba riendo... |