| Pero, ¿adónde se fueron esas lluvias de abril?
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| Quien lavó un alma o una calle en media hora
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| Y rápidamente pulieron un pensamiento o un patio
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| perforando la dura tierra nueva como una espada,
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| Pero donde esas lluvias de primavera
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| Cuando dormías boca arriba, y si te despertaba te reías,
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| Entonces lentamente me hiciste reír también
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| Con tus juegos de luz.
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| Pero donde esos veranos interminables,
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| Sin conocer la palabra nostalgia,
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| Solo color verde de lagartijas y niñas.
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| y en la boca el crack seco de la epifanía,
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| Pero donde esas estaciones ilimitadas
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| Cuando todos los días calculaban los años venideros
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| Y donde cada otoño cuando terminaba el verano
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| Encontraste el deseo preciso de volver a partir.
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| que vas a hacer ahora de estos dias que cantas
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| Dudas casi obedientes que han surgido
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| De momentos vacíos, sombras apremiantes
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| De nosotros remordimiento,
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| ¿Qué puedes hacer con esas energías finitas,
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| De todas esas frases históricas de sobremesa;
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| Gastado para siempre el tiempo del sol y de las heridas,
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| Solo vive solo,
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| Solo vive duro.
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| Y ahora vivimos en esta temporada media,
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| Quebrantado y ofendido por días agonizantes y desesperados,
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| A lo largo de la cual incluso los mejores se dan un precio
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| y viejos amores miserables se secan a tu alrededor,
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| Donde sin historia viajamos por el mundo
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| Solo buscando un momento sincero
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| Con el deseo inconsciente de ir más profundo
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| Para ser más cierto.
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| Pero, ¿adónde se fueron esas lluvias de abril?
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| Aquí los espero como un bofetón repentino
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| Como un gesto, un grito o un estado de ánimo sutil
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| Hasta empaparse en ella,
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| Pido que sigan cayendo en mi horizonte
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| Apretado y tacaño con estos deseos piratas,
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| Para darme una oportunidad de robo, un infinito, un
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| Puente, para empezar de nuevo |