| Felices, no buscamos a Dios
|
| Para nosotros, él es solo un accionista.
|
| Un cambio de divisas que prospera;
|
| Que proteja nuestras puertas y ventanas
|
| De la peste y la religión extranjera
|
| Lo que devalúa cada ganancia
|
| Y tendrá para su gloria
|
| Fondos de representación;
|
| Sus pastores estarán satisfechos
|
| Que nos perdone los pecados menores
|
| Que acepte un arrepentimiento demasiado grande
|
| Somos banqueros, no monjes.
|
| Tenemos calcetines en los cofres.
|
| Y en los calcetines, monedas
|
| Que se multiplican en el ojo monedas
|
| El corazón es tentador
|
| Para usar el oro
|
| Pero que siga, que se vayan los demás...
|
| Después de todo, somos intermediarios.
|
| Entre la intención y la creación
|
| Habilitamos el acto emprendido;
|
| No es de extrañar que nos protejamos
|
| ¿Para qué es esta propiedad?
|
| ¿Cómo no esperar interés?
|
| Él nos entiende - el hombre rico blanco
|
| Invirtiendo constantemente en la inexistencia -
|
| Capital en aras de una razón superior;
|
| los libros se verian bien
|
| Si quisiéramos obtener un préstamo
|
| De su obra de pancreación...
|
| Es divino arruinado
|
| no tiene pueblo
|
| Que él podría explicar limpiamente
|
| Pero sus agentes
|
| Ellos saben cómo gira el mundo.
|
| Y como pagar todo - nada
|
| Que encontremos un lugar para siempre
|
| Entre la fe y la razón
|
| Entre una idea y una mercancía;
|
| No es seguro en absoluto
|
| Poner pensamiento y orgullo en los negocios
|
| Para ser castigado en lugar de beneficio
|
| Por lo tanto, tenemos dos caras:
|
| Metal frio, miedo a la sangre viva
|
| (Caos, Sus facturas - en el pecho)
|
| Y ese es el secreto:
|
| Feliz - no estamos buscando a Dios
|
| Pero sabemos lo que nos debe
|
| ¡Ya lo tenemos! |
| Sacro
|
| ¡Pero insolvente!
|
| ¡La crisis ha devorado la garantía y la suma!
|
| Y Él envía un ángel
|
| Y un sudor mortal de mi frente
|
| limpiamos
|
| Que mala cuenta... |