| Yo se quien eres viejo sigue corriendo
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| Cogí tu rastro cuando dejaste los pinos
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| Afuera a los campos donde no podías esconderte en ninguna parte
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| Solo una fina puntada contra la línea ascendente
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| Y a través del azul sabía que las estrellas estaban cayendo
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| A través del azul sabía que la estrella estaba cayendo
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| Yo se quien eres viejo sigue corriendo
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| Te localicé por la mirada en los ojos
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| De mil rostros desaparecidos presionados contra sus ventanas
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| Caballos escondidos en los sauces hasta que pasó la tormenta
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| Y un fino polvo gris pareció posarse sobre el futuro
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| Un fino polvo gris pareció asentarse entre
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| Tu sombrero y la mancha de mi appaloosa
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| Los únicos seres vivos que pude ver
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| Y a través del azul supe que las estrellas estaban cayendo
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| A través del azul sabía que las estrellas estaban cayendo
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| Yo se quien eres viejo sigue corriendo
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| Caminé por el fondo del lago de abajo
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| Tu barco y sabias que cuando desembarcaste yo estaba mirando
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| Mientras el cielo se oscurecía como los ojos de un potro
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| Y te reconoceré por el cambio del viento en las telarañas
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| El aserrín se arremolina en las aletas de los siluros
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| Los cráteres que hiciste cuando te acostaste soñando
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| Extrañas constelaciones a las que le diste un nuevo significado
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| Por las marcas de dientes que hiciste en los huesos de la edad de hielo
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| Luego el olor de la ceniza ardiendo lentamente en tu caja torácica
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| Escucha en la distancia y escucharás mi sombra
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| Pasos suaves como la pisada de un eco
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| Y a través del azul sabía que las estrellas estaban cayendo
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| A través del azul sabía que las estrellas estaban cayendo
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| Y el suelo se abrirá en una boca debajo de nosotros
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| Y la boca se abrirá en el cielo vacío
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| Y el silbato mientras nos precipitamos a través de los pasillos de ónice
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| El único sonido a nuestro alrededor mientras pasamos
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| Y te seguiré a través de los pozos de carbón
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| Piedras iluminadas por la luna alrededor de los conos de un agujero negro
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| A través de los campos donde crecen los siempre y para siempre
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| Las flores teseladas con los vacíos en sus centros.
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| A través del millón de habitaciones en una gota de luminiscencia
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| Los filamentos en los telares de dimensión
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| Los pilares de la creación donde hacen los planetas.
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| Los mil millones de diminutos dientes que arrancan la carga de tus átomos
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| En un billón de pequeños bocados se comerán la carne de la perla
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| Y tira tu alma lejos de un pequeño mundo gris y frío
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| Y nada de lo oculto será revelado
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| Y nada de lo oculto será revelado
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| Y nada de lo oculto será revelado |