| Huele el miedo, la próxima decadencia de todo, los ritos de la primavera se han podrido
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| Sumos sacerdotes, señores del artificio, conducen a sus rebaños por caminos peligrosos
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| Bienvenidos todos a la nueva inquisición, el último grito de la tumba
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| No queda nada más que quemarlo todo y frotar la sal en la herida abierta.
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| Destruir, borrar, reconstruir, repetir, otro nombre tallado en piedra
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| Falsificar y luego fingir, mientras cortamos el cable y esperamos el final
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| Con una mirada concreta, rituales de poder
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| Los ojos muertos del pasado, rituales de poder
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| Hasta las puertas de Armagedón, rituales de poder
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| Hasta que todos seamos uno con el polvo, rituales de poder
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| Todavía se aferran a las viejas supersticiones, los ancianos, hablan en lenguas
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| Escupen palabras sus palabras y se marchitan y esperan mientras Cronos se come a los jóvenes
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| Destruir, borrar, reconstruir, repetir, otro nombre tallado en piedra
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| A medida que se pudren, 200 años, directo a la tumba
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| Con una mirada concreta, rituales de poder
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| Los ojos muertos del pasado, rituales de poder
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| Hasta las puertas de Armagedón, rituales de poder
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| Hasta que todos seamos uno con el polvo, rituales de poder
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| A nadie le importa quién vive o muere, sin empatía, sin compromiso
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| Los cuervos descienden, los niños lloran, el icor se derrama y las cruces arden
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| Como los visigodos a las puertas de Roma, un gran declive hacia un gran desconocido
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| Ojos de mármol, obeliscos, cenotafios, bolcheviques
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| Las ciudades arden y las cenizas llueven, nadie vuelve a hablar de nosotros
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| Todos y cada uno, barridos como granos de arena en la orilla del tiempo
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| Santuarios de codicia, salas de vacío, tizón y vergüenza recompensados
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| Cobardía sin consecuencias, ladrones como dioses exaltados
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| Parásitos, apetitos sin fin, arrástralos al olvido
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| Los sujetos llenan el nido vacío, con la boca abierta, esperando gusanos. |