Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción Depths II, artista - Silent Planet. canción del álbum The Night God Slept, en el genero
Fecha de emisión: 09.11.2014
Etiqueta de registro: Solid State
Idioma de la canción: inglés
Depths II(original) |
All the world was a dream I couldn’t shake |
In a midnight reverie of which I’ll never wake |
That started mundane enough |
With an incessant tapping on the windowpane, separating me from the storm |
Where inside I sat, me the loathsome fool |
With my head cocked sideways in confusion |
But as my looking glass became a two-way mirror |
And you can watch me hide from everything on this living sphere |
But don’t you dare darken my doorstep, stranger |
Never a step more, oh no, no, nevermore |
You see, I have this reoccurring dream |
Where we snuck past scores of slumbering guards |
And fixed that rustic iron key and that lock to set you free |
«I would bring you liberty» where, in reality, I’m a coward |
I’m collateral matter, swayed by banalities of time and space, I’m a name |
without a face |
My trepidation reached threshold, my terror turned to madness |
When I awoke I was swinging at shrouded silhouettes and stumbled out the door |
My anger was extinguished by this downpour |
Compelled, void of volition |
My steps propelled me through this chronic storm |
Where there in the clearing, throughout the gaps in the trees |
Dark smoke flickered from fire, illuminating my unease |
Like clockwork, seven sisters turned together in a circle |
Autonomy’s abandoned, they moved singular and perpetual |
Around a dark blue flame where I heard you call my name |
«'Cause I am the fire that is never quenched |
And I am the river that will not run dry» |
And when I slept in that garden |
Lord, did you see me as I was dreaming? |
This is the end of everything |
We’ll lose our divisions and forget our names |
The precipice of eternity |
I caught fire, I caught fire |
I caught fire, and you’ll watch me burn |
(traducción) |
Todo el mundo era un sueño que no podía sacudir |
En un ensueño de medianoche del que nunca me despertaré |
Eso comenzó lo suficientemente mundano |
Con un golpeteo incesante en el cristal de la ventana, separándome de la tormenta |
Donde adentro me senté, yo, el tonto repugnante |
Con mi cabeza inclinada hacia los lados en confusión |
Pero como mi espejo se convirtió en un espejo de dos vías |
Y puedes verme esconderme de todo en esta esfera viviente |
Pero no te atrevas a oscurecer mi puerta, extraño |
Nunca un paso más, oh no, no, nunca más |
Verás, tengo este sueño recurrente |
Donde pasamos a hurtadillas por decenas de guardias dormidos |
Y arregló esa llave de hierro rústico y esa cerradura para liberarte |
«Te traería la libertad» donde, en realidad, soy un cobarde |
Soy materia colateral, mecido por banalidades de tiempo y espacio, soy un nombre |
sin cara |
Mi temor alcanzó el umbral, mi terror se convirtió en locura |
Cuando desperté, me balanceaba sobre siluetas envueltas y salí a trompicones por la puerta. |
Mi ira se apagó con este aguacero |
Obligado, vacío de voluntad |
Mis pasos me impulsaron a través de esta tormenta crónica |
Donde allá en el claro, a lo largo de los huecos en los árboles |
El humo oscuro parpadeó del fuego, iluminando mi inquietud. |
Como un reloj, siete hermanas giraron juntas en un círculo |
Abandonada la autonomía, se movieron singulares y perpetuas |
Alrededor de una llama azul oscuro donde te escuché decir mi nombre |
«Porque yo soy el fuego que nunca se apaga |
Y yo soy el río que no se secará» |
Y cuando dormía en ese jardín |
Señor, ¿me viste mientras soñaba? |
Este es el final de todo |
Perderemos nuestras divisiones y olvidaremos nuestros nombres |
El precipicio de la eternidad |
Me incendié, me incendié |
Me incendié, y me verás arder |