| Somos la negrura de la noche
|
| Viento frío que corta tu carne
|
| Somos el enemigo rezando por tu muerte segura
|
| Somos lo que fue, seremos para siempre
|
| En las horas más silenciosas nos despertamos, envueltos en la oscuridad
|
| Hijos de la semilla más negra
|
| Criado en el asesinato y el engaño
|
| Somos las espinas del dolor humano
|
| hágase su voluntad
|
| A los humildes gusanos
|
| A las moscas putrefactas
|
| Donde la muerte y el odio acechan
|
| sobreviviremos
|
| A las enfermedades
|
| A los cuchillos más afilados
|
| Cuando el amanecer ya no llega
|
| nos levantaremos
|
| Somos la enfermedad, el hedor de los difuntos
|
| La vergüenza secreta de tu padre
|
| Nuestra ira violenta será desatada
|
| Nos deleitamos con la sangre y la debilidad de los tuyos
|
| De las profundidades embrujadas hemos surgido para deslizarnos como la serpiente
|
| Hijos de la semilla más negra
|
| Criado en el asesinato y el engaño
|
| Somos las espinas del dolor humano
|
| hágase su voluntad
|
| A los humildes gusanos
|
| A las moscas putrefactas
|
| Donde la muerte y el odio acechan
|
| sobreviviremos
|
| A las enfermedades
|
| A los cuchillos más afilados
|
| Cuando el amanecer ya no llega
|
| nos levantaremos
|
| Legión al acecho de lo obsceno
|
| Inaudito para siempre en el medio
|
| Sin consolidar
|
| Los mentirosos al acecho
|
| nuestro ser que abandonas
|
| Susurros sobre los vientos, profano
|
| Sin escuchar, los miserables y los locos
|
| Sin ataduras, olvidado, ignorado
|
| La fealdad aborrecida
|
| La maquinilla de afeitar; |
| la bala; |
| la longitud de la cuerda
|
| Nuestras herramientas son numerosas, nuestro odio se desborda
|
| La maquinilla de afeitar; |
| la bala; |
| la longitud de la cuerda
|
| Un lapso de cordura cae en picado a la tierra debajo
|
| Somos la negrura de la noche
|
| Viento frío que corta tu carne
|
| Somos el enemigo rezando por tu muerte segura
|
| Somos lo que fue, seremos para siempre
|
| En las horas más silenciosas nos despertamos, envueltos en la oscuridad
|
| Somos la astilla en la débil mano de tu dios
|
| Durante las horas de silencio, las sombras que comandamos
|
| Somos el insecto eterno, de las grietas más profundas venimos
|
| ¡Por eones hemos acechado y por eones permaneceremos! |