| Es posible que escuche perros a medianoche
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| En lo alto de una colina sin árboles
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| Trabajando en su propio turno de noche
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| Y aullando hasta saciarse
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| Mientras que abajo en Coal Town
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| Una mujer yace despierta
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| Y escucha pelear a su marido dormido
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| Por cada aliento que toma
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| Oh, es posible que el desprendimiento de rocas no te atrape
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| El fuego podría pasar por ti
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| Cuando sube el gas
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| Puede que no sea tu hora de morir
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| Pero cada año se vuelve más difícil
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| Para dibujar un simple respiro
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| Cuando el pulmón negro te atrapa
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| Ese es el beso de la muerte
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| Es posible que veas ancianos esperando
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| En el palacio de justicia del condado verde
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| Contando cuentos al mediodía
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| De las vistas amargas que han visto
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| Hace una imagen de postal allí
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| Junto a la puerta del juzgado
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| A menos que sepas por qué están esperando
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| Y lo que están esperando
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| Oh, es posible que el desprendimiento de rocas no te atrape
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| El fuego podría pasar por ti
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| Cuando sube el gas
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| Puede que no sea tu hora de morir
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| Pero cada año se vuelve más difícil
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| Para dibujar un simple respiro
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| Cuando el pulmón negro te atrapa
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| Ese es el beso de la muerte
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| Oh, es posible que el desprendimiento de rocas no te atrape
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| El fuego podría pasar por ti
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| Cuando sube el gas
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| Puede que no sea tu hora de morir
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| Pero cada año se vuelve más difícil
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| Para dibujar un simple respiro
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| Cuando el pulmón negro te atrapa
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| Ese es el beso de la muerte
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| Cuando el pulmón negro te atrapa
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| Ese es el beso de la muerte |