Información de la canción En esta página puedes encontrar la letra de la canción Georgie on the Freeways, artista - Tom Paxton.
Fecha de emisión: 07.02.2005
Etiqueta de registro: Elektra Entertainment, Warner Strategic Marketing
Idioma de la canción: inglés
Georgie on the Freeways(original) |
The summer sun was beating down |
Oh pity would it show |
George Chester’s office air conditioner |
Would no longer go |
As pools of sweat rolled off his brow |
He had one reverie |
He saw himself with his wife and kids |
In his cottage by the sea |
He paid for his car at the parking lot |
Which gave the poor man chills |
The attendant laughed and walked away |
Thumbing a roll of bills |
He started his engine with trembling hands |
At the end of a long, hard day |
And placing himself in the hands of God |
He drove to the long freeway |
The traffic stretched far as the eye can see |
As bumper to bumper they sped |
They drove at supernatural speeds |
Which filled his heart with dread |
Sometimes they stopped for an hour or more |
And a thousand horns would blow |
George Chester’s eyes rolled back in his head |
And his poor brain started to go |
He came at last to the turnpike gate |
And he laid his money down |
He took the fist turn to the right |
And he followed the curve around |
He took each bend of the clover leaf |
He followed every sign |
And when he came back to the same toll gate |
He gave them another dime |
His hands were tight on the steering wheel |
His lips and throat were dry |
He swore by all that he held dear |
He’d make it through or die |
He took the first turn to the right |
The clover leaf to go through |
He was quite sure of his success |
Till the toll gate rose in view |
And now they say when the moon is full |
And the clover leaf is still |
The sound of an engine can be heard |
Laboring up the hill |
A dime drops in the toll machine |
In the cool of a summer’s night |
And eternally that poor car |
Takes the first turn to the right |
(traducción) |
El sol de verano golpeaba |
Oh, lástima, se mostraría |
El aire acondicionado de la oficina de George Chester |
ya no iría |
Mientras charcos de sudor rodaban por su frente |
Tuvo una ensoñación |
Se vio a sí mismo con su esposa e hijos. |
En su cabaña junto al mar |
Pagó su auto en el estacionamiento. |
Que le dio escalofríos al pobre |
El asistente se rió y se alejó. |
Pulgar un rollo de billetes |
Arrancó su motor con manos temblorosas. |
Al final de un día largo y duro |
Y poniéndose en las manos de Dios |
Condujo hasta la larga autopista |
El tráfico se extendía hasta donde alcanzaba la vista |
De parachoques a parachoques aceleraron |
Condujeron a velocidades sobrenaturales |
Que llenó su corazón de pavor |
A veces se detenían durante una hora o más |
Y mil cuernos sonarían |
Los ojos de George Chester se pusieron en blanco |
Y su pobre cerebro comenzó a ir |
Llegó por fin a la puerta de la autopista de peaje |
Y puso su dinero |
Tomó el puño a la derecha |
Y siguió la curva alrededor |
Tomó cada curva de la hoja del trébol |
Siguió cada señal |
Y cuando volvió a la misma barrera de peaje |
Él les dio otro centavo |
Sus manos estaban apretadas en el volante |
Sus labios y garganta estaban secos. |
Juró por todo lo que amaba |
Lo lograría o moriría |
Tomó el primer desvío a la derecha |
La hoja de trébol para atravesar |
Estaba bastante seguro de su éxito. |
Hasta que la puerta de peaje se elevó a la vista |
Y ahora dicen cuando hay luna llena |
Y la hoja de trébol es todavía |
Se escucha el sonido de un motor |
Trabajando en la colina |
Un centavo cae en la máquina de peaje |
En el fresco de una noche de verano |
Y eternamente ese pobre coche |
Toma el primer giro a la derecha |