| Murió en el frío invierno ruso,
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| Y los ángeles son "para", y los arcángeles son "para".
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| Él, como Salvador, será lavado con lágrimas
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| Y las lágrimas se congelarán, cegarán tus ojos.
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| Se apresuró a decidir sobre esta pérdida,
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| Pero aparentemente es imposible que Dios haga lo contrario.
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| Después de todo, no por la avenida, ni siquiera por la carretera,
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| Pero solo en el cielo: el camino sagrado.
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| Y la viuda preguntó con severidad y tristeza:
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| Para que los viejos y débiles se queden en casa.
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| “Con ese tiempo es fácil resfriarse,
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| Y yo mismo se lo entregaré a Dios.
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| Cuando el profeta es inútil, inútil,
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| Entonces el Señor Dios se olvidó del país.
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| Es extraña la era, es terrible la era...
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| Y por cierto, no está nada mal: una era-país...
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| Rusia pisó el camino negro,
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| Se ocultaron los derechos y se pisoteó el Templo.
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| Y su destino cayó en drogs mortales
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| Manchas de sangre en nuestras cabezas.
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| Y ahora y para siempre no será olvidado,
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| Y en el calendario sagrado, y en vano, será recordado.
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| El último mesías se va de aquí
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| Y sin votar, será elegido.
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| Entonces, ¿quiénes somos? |
| y cual es nuestra fuerza
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| ¿Que nuestros mesías nos están dejando?
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| ¿Rusia está viva, y Rusia lo estará?
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| Nadie responderá, y Dios no dará.
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| ¿Está Rusia viva? |
| ¿Y será Rusia?
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| Nadie oirá, y Dios no dará. |