| Algo más dentro de esta casa está escuchando
|
| Alguien más, no digas su nombre en voz alta
|
| Está rastreando tu conciencia
|
| Alcanzando, grita sin sonido
|
| En las trastiendas más sombrías del verano
|
| En los brazos sagrados que se desvanecen del hogar
|
| De los tiempos en que encontraste el amor
|
| Que te haga saber que nunca estarás solo
|
| Pero ahí está esa picadura otra vez, sí
|
| No quiero volver a conocer el abrazo seco, hey
|
| No quiero escuchar la canción que canta de nuevo
|
| No quieres desenterrarlo, pero te atrae
|
| Y te atrae
|
| Y no te muestra piedad
|
| No, no mostraremos misericordia.
|
| No, no podemos ser encontrados
|
| No, no mostraremos misericordia.
|
| No, no podemos ser encontrados
|
| No, no mostraremos misericordia.
|
| No, no podemos ser encontrados
|
| No, no mostraremos misericordia.
|
| No, no podemos ser encontrados
|
| Es una presencia demasiado privada para compartir, sí
|
| Una omnipresencia que nadie más puede conocer
|
| De la elevación de las palabras
|
| Que te haga saber que nunca estarás solo
|
| Pero ahí está esa picadura otra vez, sí
|
| No quiero volver a conocer el abrazo seco, hey
|
| No quiero escuchar la canción que canta de nuevo, hey
|
| No quieres desenterrarlo, pero te atrae
|
| Y te atrae
|
| Y no te muestra ninguna piedad, no |