| Estábamos arrastrándonos por los valles, sí, estábamos nadando en el lodo
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| Tú en tus cadenas oxidadas, yo en mi abrigo de plomo
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| Cansado y cansado de estar siempre corriendo
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| Persiguiendo la raíz primaria del dolor por la madriguera del conejo
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| Estábamos parados en la cornisa, tratando de no mirar hacia abajo.
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| Tú con tu pluma en la mano, yo con mi sombrilla
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| Quiero sentir el aire, quiero volar como un pájaro
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| Quiero largarme de aqui
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| Alguien agárreme, agárreme
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| La interminable historia de cómo sobrevivimos en las tierras bajas
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| Y este camino improbable, deshaciéndose como un hilo
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| Encorvado en las sombras, colgando de los taburetes
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| Intercambiamos cuentos de nuestras pequeñas guerras
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| Sabía que podía confiar en ti, así que te dejé escuchar cantando en mi vaso
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| Junto con la máquina de discos
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| Fue el viaje inaugural de ese pequeño bote agujereado
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| Yo con mi nube de tormenta tu con tu albatros
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| Empieza a hacer frío, ¿recuerdas en qué dirección está el este?
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| ¿Recuerdas cuál es el camino a casa? |
| ¿Cómo llegamos aquí?
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| La interminable historia de cómo sobrevivimos en las tierras bajas
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| Y este camino improbable, deshaciéndose como un hilo
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| Ver los años volar más allá de las ventanas de los autos
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| Haciéndonos marear como un barril de alcohol ilegal
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| De estas carreteras corriendo, soñaste que éramos soldados ambulantes
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| Arrastrando nuestra carga sobre las Montañas Rocosas
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| La batalla de Ann Arbor, la batalla de la calle 6
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| Todo estaba resuelto, nuestro plan de escapada impecable
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| tú con tu ropa llamativa yo en mi auto averiado |