| Escucha, tú, hasta que te cuente las cosas
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| Eso sucederá en las últimas edades del mundo
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| Porque somos las semillas del triunfo por venir...
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| Solo unos pocos, en las multitudes sobre la tierra, se darán cuenta de lo que hacen,
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| pero todos cortejarán el asesinato de la redención de Cristo, una y otra vez...
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| Su aparente elección de la cruz contra la serpiente.
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| Nada esconde, de norte a sur, sino un llamado al castigo
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| Los pecados de los hombres apestarán más que una pestilencia ante Dios...
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| Que bálsamo para el alma de los que respiran el fuego del infierno
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| Ser testigo de cómo Abraham sacrifica a su primogénito
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| ¡Amén!
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| Contemplar y decir, ¿qué es la tierra, sino una salmodia frenética para Su Lugar?
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| Levántate, oh Señor. |
| No dejes que el hombre prevalezca ... palabras visionarias de hecho
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| Porque el hombre es la clave y el hombre es el dispositivo
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| Y de sus filas surgirá el salvador envuelto en la sangre de los Nonatos
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| Las Escrituras dicen «Nosotros no pensamos que él sea el diablo o un demonio como algunos otros piensan
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| Pero uno de la humanidad en quien Satanás habitará totalmente...
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| Porque él es el hombre de pecado, el hijo de perdición
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| De modo que se sentará en el Templo como si fuera Dios»
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| ¡Ay de ti, Corozaín… ay de ti, Betsaida… y tú, Cafarnaúm!
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| Que eres exaltado hasta el cielo, serás arrojado hasta el infierno…
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| Porque él crecerá de niño a hombre y extirpará
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| Almas en un torbellino diabólico de tu seno maldito
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| Voces cargadas se elevan al cielo y suplican a Dios que evite la encarnación.
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| Pero la humanidad era el prisma de la quintaesencia de la corrupción.
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| Contemplar y decir, ¿qué es la tierra, sino una salmodia frenética para Su Lugar?
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| ¡Qué gozo y qué gloria grita el que lleva la marca de la Bestia
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| Consumidos y comidos han sido los abundantes abortos de la humanidad, pero ahora
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| Ninguno de ellos, los humanos, quedará sin lo que las aves no pudieron llevarse en sus
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| ¡garras! |