| Probablemente salió cerrando la puerta verde detrás de él,
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| alguien se levantó para prepararle rápidamente un café de cebada.
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| No sé si se dio la vuelta, no era de los que se pierden
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| en rica nostalgia, y siguió su camino sin esfuerzo.
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| Cuando lo conocí, o empiezo a recordarlo, ya era viejo.
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| o eso me parecía a mí, pero entonces todavía no iba a la escuela.
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| Golpeó su cráneo afeitado y un misterioso y extraño dispositivo suyo,
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| un cinturón de hernia que parecía una funda de pistola.
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| Pero esa mañana tenía una cara de veinte sin arrugas
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| y la ira y la aventura y las ideas aún vagas del socialismo,
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| duras palabras a su padre y detrás de la tradición del hambre y la huida
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| Y por su obra, la que estrella y mata: "fatalismo".
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| Pero esa mañana tuvo ese nuevo sentimiento por el hogar y la madre.
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| y para expulsarlo tuvo en su cuerpo el primer vino de una bodega
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| y ya podía oler en su rostro el olor a petróleo y mar que hace Le Havre,
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| y ya podía oler el polvo de la mina en su boca.
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| América era entonces, para mí, el G.I. |
| de Roosvelt, el quinto ejército,
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| América era la Atlántida, América era el corazón, era el destino,
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| Estados Unidos era vida, sonrisas y dientes blancos en brillante,
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| Estados Unidos era el mundo de ensueño y misterioso de Donald.
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| América era entonces para mí una dulce provincia, un mundo de paz,
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| paraíso perdido, melancolía sutil, neurosis lenta,
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| y Gunga-Din y Ringo, los héroes de Casablanca y Fort Apache,
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| un sueño junto al sonido continuo y obsesivo que hace Limentra.
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| No sé cómo lo vio cuando el barco ofreció cerca de Nueva York,
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| de rascacielos el bosque, ciudad de heces y calles, gritos, castillo
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| y Pavana un recuerdo dejado entre los castaños de los Apeninos,
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| al inglés un sonido extraño que hirió su corazón como un cuchillo.
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| Y fue trabajo y sangre y fue trabajo duro la misma mañana y tarde,
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| Por años de prisión, de cerveza y putas, de días duros,
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| de negros e irlandeses, polacos e italianos en la mina,
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| sudor de antracita en Pennsylvania, Arkansas, Texas, Missouri.
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| Volvió como muchos fans, dos sous y su juventud ya acabada,
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| América era un rincón, América era una sombra, una fina niebla,
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| América era una hernia, un juego de esos que hacen la vida,
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| y diga jefe por cabeza y tonelada por tonelada, "raif" por escopeta.
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| Cuando lo conocí o comencé a recordar ya era viejo,
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| despectivo como los jóvenes, me deslicé a su lado sin agarrarlo
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| y no entendí que ese hombre era mi cara, era mi espejo
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| hasta que llegue el momento ante el mundo entero de volver a encontrarlo,
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| hasta que llegue el momento ante el mundo entero de volver a encontrarlo,
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| hasta que llegue el momento ante el mundo entero de volver a encontrarlo... |