| Cuando nací pesaba seis kilos
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| yo tenia hombros de hombre
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| Y manos tan grandes como palas.
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| Cuando nací, eran tiempos muy oscuros
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| Y mis calles estaban llenas
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| De hienas y lobos
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| Cuando nací, la muerte sostuvo la vid y la gente del mundo.
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| Tragó cordita.
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| Pobres niños de Milán
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| Con ropa comprada en la Upim
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| Acostúmbrate a un cielo con agujeros
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| Que ves cada vez más lejos.
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| Pobres niños de Milán
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| Tan frágil tan infeliz
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| Que gritan rabia desarraigada
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| Con los ojos teñidos y sin nada en la mano.
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| Pobres niños de Milán
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| Robado también da esperanza
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| Deja que bailes tu baile
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| En ese zoológico metropolitano.
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| Pobres niños de Milán
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| Con pañuelos como jardines
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| Indios pobres en la reserva
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| Pobres chaquetas azules de policía.
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| Cuando nací
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| Había hambre negra
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| y la vida de todos
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| Sacaba la lotería todas las noches.
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| Cuando nací las ciudades eran cementerios
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| Y la primavera estaba floreciendo
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| Por encima de los muertos de ayer.
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| Cuando nací al final
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| Ahí tu gran fiesta
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| Y el hombre despierta del sueño
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| Abrió los ojos y levantó la cabeza.
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| Pobres niños de Milán
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| Desde el horizonte siempre cubierto
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| Pobre sed de libertad
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| Obligados a vivir en el desierto.
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| Pobres niños de Milán
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| De la música como un motor
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| Con el más terrible de los silencios
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| La soledad del ruido.
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| Pobres niños de Milán
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| Hijos de padres preocupados
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| Con una existencia enana
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| Y en la mente sueños gigantes.
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| Pobres niños de Milán
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| Numerosos como minutos
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| Viajeros de destino fijo
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| Espectadores siempre sentados.
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| Cuando nací como a todos les pasa
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| Tiempo igual y descuidado
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| Impuso sus frutos.
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| Cuando nací en la hoguera de S. Silvestro
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| El pasado estaba siendo quemado
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| Y pecar con los demás.
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| ¿Cuándo renaceremos?
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| Como el sueño de un hombre
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| Quemaremos el futuro
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| En la Plaza del Duomo. |