| La caja fuerte no seguirá al coche fúnebre
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| Incluso con grandes bolas de oro
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| Al final de este maldito guión
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| De acuerdo con estos breves escritos contrarios
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| que sueñan con vernos morir bajo los puentes
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| O en la esquina de una de esas viejas aceras
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| Donde la información negra
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| Hizo nuestra organización infame
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| Mi voz cuelga en negocios turbios
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| ¿Y si la máquina de desinformar más antigua
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| La gente estaba saliendo de mi boca grande
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| Tendría miles de millones en el banco
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| Engorrosos archivos sobre estos hombres de poder
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| Escondido en un buen escondite
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| Los jueces sabrán que hago trampa como ellos
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| Con un burro babeante, solo para sobornar a la parte civil en la cara
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| Y a la barba de este fiscal senil
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| Que ruega mi perdón ante estas familias que lloran
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| Maldita sea, el veredicto es final, no hay pruebas
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| Invertiré con el dinero de este pleito en carros nuevos
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| En la terraza de Edgar's, es divertido ver
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| Cómo miran hacia abajo los trabajadores de cuello blanco
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| Albert, date prisa, como siempre, sírveme dos vasos de orina de burro.
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| Que sirvas a todos esos crevards que estan en tu puerto
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| "Vivimos en una época en que el ansia de poder desafía el fin y la sed"
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| Título del diario del día anterior, que disecciono bajo la mirada iluminada de mi
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| acólito
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| Según su oscuro consejo
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| En resumen, la falsa hoz ya no paga de todos modos, ¿quién lo diría?
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| Algunos banqueros caros hoy en la choza
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| Lejos de los generosos macizos de flores del Boulevard Haussmann
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| Con toda modestia, yo era esa sombra de la calle sobre la que cantaba Edith Piaf
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| Volví extrañamente con las manos llenas de cicatrices
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| En memoria de aquellos años locos
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| Rascar demasiado el suelo antes de recoger el premio gordo
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| De la actividad clandestina, nuestros rumores y especulaciones nos llevaron a la
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| cabeza
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| De una tremenda mina de información oculta y deshonesta
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| La caja fuerte no seguirá al coche fúnebre
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| Incluso con grandes bolas de oro
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| Al final de este maldito guión
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| De acuerdo con estos breves escritos contrarios
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| que sueñan con vernos morir bajo los puentes
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| O en la esquina de una de esas viejas aceras
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| Donde la información negra
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| Hizo nuestra organización infame
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| Llévanos al inframundo, grandes vendedores de ensalada sin vinagre
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| Donde la ex flaca subió de peso
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| Ves, niño, cómo nuestras páginas podridas los hicieron sumergirse
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| Y no les queda ni un hueso para roer
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| Deja estas políticas, fuera de la cárcel
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| Risas amarillas al pasar y
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| En la peor fauna, era la única especie en ser enjaulada
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| Los reyes de la caza furtiva siguen cazando
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| Solo quedan los reales para saciar esta losa de buitre
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| Y como no había mucho en la copa, vi algunos muertos por 25 balas
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| Y después, fueron las perdices las que volvieron y
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| Con una melodía de címbalos, te silbaban la Marsellesa mientras te diseccionaban
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| apodo
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| Los que supieron proyectarse más allá del mañana hacia el futuro
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| Advertirte del peligro en los golpes que vienen y decirte
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| Eso no es nada peor que lo que tienen en su inventario.
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| Nada que ver con el toc reformado por Dédé "los dedos de hadas"
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| Ex contrabandista de licores y cigarrillos
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| Este imbécil, siempre cambiando de habitación por miedo a que lo atrapen.
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| Y luego no entienden cómo los agarramos del cuello, político,
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| pollo
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| Tengo todas las armas que querías
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| La caja fuerte no seguirá al coche fúnebre
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| Incluso con grandes bolas de oro
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| Al final de este maldito guión
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| De acuerdo con estos breves escritos contrarios
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| que sueñan con vernos morir bajo los puentes
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| O en la esquina de una de esas viejas aceras
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| Donde la información negra
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| Hizo nuestra organización infame |