| Querido chico de corazón negro
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| Todo el color se ha ido de mi telar de cintas
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| Como solo tengo lo peor para asumir
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| Tome sus visillos de chapa;
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| Corta un corte en el costado de mi vestido azul oscuro;
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| Por última vez miente tu amor confiesa
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| Consigue tu tripa
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| Un poco de cordel hecho en casa
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| Cuelga seda tu arco de tigre
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| No pintes tu tablero
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| blanco claro de luna -
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| Ve a colgar tu anzuelo en la cuneta otra vez
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| Juraste, juraste que nunca te irías
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| Juraste, juraste que nunca te irías
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| Juraste, juraste que nunca te irías y ahora te has ido y
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| Ahora soy-
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| Mira el humo de tu horno-
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| Las ramas de los pinos queman los ladrillos con fuerza en su niebla
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| Mientras permanezco frío con la espalda rota por el pantano
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| Encuentre su sierra de corte transversal-
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| Ven seco y dentado y prueba
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| Córtame la lengua para mantenerla en tu pared en lo alto
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| incliné mi dedo del pie
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| en la tira de bambú;
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| Tomé miel de piedra a cambio de mis trapos
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| No te atrevas a pintar tu tabla
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| blanco claro de luna -
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| Ve a colgar tu anzuelo en la cuneta otra vez
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| Juraste, juraste que nunca te irías
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| Juraste, juraste que nunca te irías
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| Juraste, juraste que nunca te irías y ahora te has ido y
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| Ahora soy-
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| Querido chico de corazón negro
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| bajé a lavar mi túnica en el río;
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| Pensé en ti y comencé a temblar y a temblar
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| Apoyado allí en las rocas
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| Me veo deslizarme hacia abajo y flotar
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| hasta que la cálida corriente salobre detenga mi garganta
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| Juraste, juraste que nunca te irías
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| Juraste, juraste que nunca te irías
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| Juraste, juraste que nunca te irías |