| Mi nombre es King Cyrus, mi pedido doy | 
| Ustedes judíos pueden volver a su hogar | 
| Para construir tu santo templo de nuevo | 
| En la tierra de Palestina | 
| Hemos cantado y bailado sobre los calientes caminos rocosos | 
| De regreso a la tierra de Eretz Yisroel | 
| Trabajábamos con arado, rastrillo y azada | 
| Y bendecimos las obras de nuestras manos | 
| Mi nombre es Ezra el maestro hombre | 
| Traje mi libro de pergaminos | 
| Yo traje mi rebaño a Yisroel | 
| De esa tierra llamada Babilonia | 
| Te leeré mi libro de Talmud Torá | 
| Y los sueños del profeta para ti | 
| Y serás fértil y te multiplicarás | 
| Si mantienes tu Torá verdadera | 
| Mi nombre es Alejandro Magno | 
| Más de la mitad de este ancho mundo es mío | 
| Vengan a pararse, mis sirvientes todos | 
| Estoy envuelto en mi cama aquí para morir | 
| Como Rey de Siria y Palestina | 
| Antíoco IV, estarás de pie | 
| Matar a los judíos si se niegan | 
| Para adorar a nuestros ídolos y dioses | 
| Mi nombre es Hannah, mi hijo primogénito | 
| Ahora se encuentra ante este rey | 
| Culpable de guardar las leyes del sábado | 
| Por los soldados lo veo muerto | 
| Son uno por uno mis siete hijos | 
| Delante de mis ojos cortados | 
| Por cumplir con las leyes de la Torá | 
| Yo pago con mi sangre caliente ahora | 
| Mi nombre es Mattathias, tengo cinco hijos | 
| En Modin City habitamos | 
| Intentaron hacerme inclinarme ante sus dioses | 
| Maté a dos de los lacayos del rey | 
| Cien o más que lucharán por ser judíos | 
| Vino a estas colinas conmigo | 
| En mi lecho de muerte tu líder nombraré | 
| €˜Tis Judá, el Macabeo | 
| Mi nombre es Judá, el Macabeo | 
| Por el nombre del martillo me llamo | 
| Rezaremos a Dios antes de cada pelea | 
| Hasta que todos nuestros enemigos caigan | 
| Apolonio, el gobernador, hoy maté | 
| Y su ejército lo hicimos reventar | 
| Algunos de sus soldados huyen en el viento | 
| Pero la mayoría hemos caído muertos en el polvo | 
| Syron es mi nombre, de Siria vino | 
| Para destruir a ese tonto Macabeo | 
| Mi ejército era grande, su ejército era pequeño | 
| Pero de alguna manera me ganó | 
| Para entregar los muchos a las manos de sus pocos | 
| Para Dios esto no es ningún truco | 
| En unas pocas horas, mi ejército rompió | 
| E inundamos este valle con sangre | 
| Mi nombre es Lysias, soñé un plan | 
| Para quemar las tiendas de los judíos mientras dormían | 
| Cuando llegué allí, sus tiendas estaban vacías. | 
| Y el ejército del Macabeo se había ido | 
| Asaltó mi propio campamento mientras mis soldados dormían | 
| Y mató a varios miles de miedo | 
| Mis elefantes, mis jinetes, mis soldados de infantería, todos | 
| Judah los golpeó desde atrás | 
| Mi nombre es Jerusalén, donde Judá volvió | 
| Para edificar mi templo una vez más | 
| Para cortar las malas hierbas y la maleza espinosa | 
| Que crece alrededor de mis ventanas y puertas | 
| Piedras enteras, piedras enteras, construiremos y oraremos | 
| A Dios como judío de todo corazón | 
| El amor de Dios lo aborrecieron muchos colocaron | 
| En manos de un Dios que ama a pocos | 
| Encontramos en nuestro templo un cántaro de aceite | 
| Solo lo suficiente para las lámparas por una noche. | 
| Esa pequeña jarra quemó Ocho días enteros | 
| Y mantuvo nuestro nuevo templo a la luz | 
| Ocho velas quemaremos y una novena también | 
| Cada Año Nuevo que viene y va | 
| Pensaremos en los muchos en manos de unos pocos | 
| Y gracias a Dios somos semillas de los judíos |