| Como si emergiera de las profundidades de las edades, inmóvil en su viaje
|
| Mosaico de sangre y oro, Venecia ambientó el escenario.
|
| Todo es para la vista en este teatro, las aguas negras y las paredes de alabastro
|
| Ilusión, luces y fuentes. |
| todo está ahí para la puesta en escena.
|
| En la crin del sol poniente, los palacios y las gaviotas
|
| Compite en poesía para abrir el baile de la noche.
|
| la hora en que las sombras se deslizan, todavía flota en los callejones
|
| La extraña y cruel atmósfera de Lucrce y los Medici.
|
| Pero ya sale el sol, se abre el telón del sueño
|
| Y ahí es donde la ciudad estalla de morado, verde y rosa.
|
| Bajo las máscaras de las farandolas, en el deslizamiento de las góndolas
|
| La sinfonía de muselinas, guitarras y mandolinas.
|
| Es la multitud la que te lleva al azar de puentes y puertas
|
| Embriagada de júbilo y locura, Dios mío, Venecia es bonita.
|
| Bajo el cielo de los balcones floridos donde vemos girar los letreros
|
| Y en el desorden que reina, Venecia tiene entonces genio.
|
| Entonces la pintura vuelve a ocupar su lugar, poco a poco, la locura se desvanece.
|
| Solo una bocanada de fanfarria, algunas risas, un paso extraviado.
|
| Puedes escuchar los pontones gimiendo, es invierno en el Puente de los Suspiros.
|
| Un barco se va a las islas, las horas corren en el Campanile.
|
| Venecia, nada ha cambiado, incluso los siglos se han ido
|
| Desde lzardes hasta las paredes de las casas, el tiempo nunca ha sido el correcto
|
| Ni pompa de carnaval, ni piedras ni bacanales
|
| De Vrosne o Tiziano, ni candelabros de cristal antiguo
|
| Y ya el sol del sueño, sobre Venecia, vuelve a salir.
|
| de nuevo, las fachadas explotan en morado, verde y rosa.
|
| Bajo las máscaras de las farandolas, en el deslizamiento de las góndolas
|
| La sinfonía de muselinas, guitarras y mandolinas.
|
| Es la multitud la que te lleva al azar de puentes y puertas
|
| Embriagada de júbilo y de locura, Dios mío, qué bonita es Venecia.
|
| Bajo el cielo de los balcones floridos donde vemos girar los letreros
|
| Y en el desorden que reina, es infierno o paraíso
|
| Quien te lleva al final de la noche, entonces Venecia tiene genialidad. |