Fuego que brilla, calienta, quema
|
Escarcha que enfría, muerde fría
|
Solo soporte la calma, quietud
|
No saben lo que está por venir
|
Pero cuando se encuentran, comienza la batalla.
|
Como guerreros luchan ferozmente
|
Vaporizan, muelen, escupen, fuman
|
Hasta que sube el vapor y la batalla ha terminado
|
La tierra tiembla cuando la Tierra Media arde
|
Surge el monopolio
|
La escarcha no muerde a los hijos de Muspel
|
Quien camina con pasos pesados
|
De las cenizas brotaron, en fuego fueron bautizados
|
Llamas negras lamiendo la tierra
|
El fuego no quema a los hijos de Odin
|
Entonces la magia sacude nid
|
El trueno suena de norte a sur
|
Cuando la llama golpea el hielo
|
El sol se ha puesto, la oscuridad ha caído
|
El gran lobo ha sido liberado.
|
Einhärjar avanza hacia el último golpe del tiempo
|
Donde las fuerzas se encuentran y extinguen la vida
|
A los tonos de la muerte
|
Los hijos de Surt queman la vida del frío suelo de Mannheim
|
Ahora todos los mundos están destrozados por una tormenta de escarcha y fuego.
|
El viento de invierno agarra los corazones de todos los luchadores.
|
Dioses contemplan desde tierra santa
|
Todos los mundos están llenos de un miedo sin fin
|
Dioses, danos tu fuerza
|
Para las heladas y el fuego
|
Después de todo lo que se ha dicho y después de todo lo que se ha hecho
|
Solo se ven cenizas y hollín en las huellas de Muspelsöner
|
Cuando los mundos ardieron, el juicio fue dado por la escarcha y el fuego.
|
En el vacío y frío valle de la muerte
|
Einhärjar avanza hacia el último golpe del tiempo
|
Donde las fuerzas se encuentran y extinguen la vida
|
A los tonos de la muerte
|
Los hijos de Surt queman la vida del frío suelo de Mannheim
|
Ahora todos los mundos están destrozados por una tormenta de escarcha y fuego.
|
Einhärjar avanzó hacia el último golpe del tiempo.
|
Donde las fuerzas se encontraron, vidas extinguidas
|
A los tonos de la muerte
|
Los hijos de Surt quemados vivos en el frío suelo de Mannheim
|
Ahora todos los mundos están destrozados por una tormenta de escarcha y fuego. |