| ¿Dónde estamos?
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| Mi maestro, el Mago de Negro, te verá ahora
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| En un café construido en lo alto del borde de toda la mañana
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| Crema desenrollándose en el café que está sirviendo
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| Mente aromática molida hasta los gránulos
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| Cara punteada de guijarros como el dibujo de un niño tosco
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| El mismo preámbulo
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| La vieja señal de salida que brilla en verde casi parece sobrenatural
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| Suena el teléfono ella presiona cancelar
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| Y vuelve a hundirse atado a un ancla enredada
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| A menos que su sueño se desvanezca por el miedo escénico
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| Entonces no va a llenar la silla de enfrente y parecerá real
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| Destino que selló por la misma lógica
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| Eso dice "quema todo este lugar por una comida gratis"
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| A menos que el tiempo pague el rescate de siete años
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| La enfermedad no perdonará a un pariente muerto
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| En ese caso, los rones todavía se ofrecen en la puerta de al lado.
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| Un rubor con descuento por un puñado de sedantes
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| Con una expresión facial que podría pintar toda una ciudad muerta e inundada en la espalda.
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| de cualquier retina
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| en dos segundos
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| Labios como una novela que apenas vale la pena leer
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| Ojos como inquilinos maltratados
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| Las gaviotas cubiertas de aceite abundan en el chapoteo de las bromas murmuradas rápidamente
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| La vista exterior era esa granja de hormigas destrozada durante mucho tiempo.
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| Enterrado en la memoria de la clase de ciencias de siete años
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| Sonreí
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| Ella miró hacia arriba una vez
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| Y articuló las palabras «FUCK YOU» con toda sinceridad.
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| Mi maestro, el Mago de Negro, te verá ahora
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| Supongo que no vio la colección de animales
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| Aleteo en la cubierta iluminada con luz estroboscópica a la izquierda
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| O los tentáculos que se arrastran desde el delantal de la camarera
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| Sumergido en el tanque de grasa
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| estrangulando al chef
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| El hombre de negocios de cara diminuta
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| Con una taza que exige cada pizca perdida de risa en el aire
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| Con la masa como bolas de saliva pegando su piel pálida
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| Dejar un mantillo blanco pegado a una silla
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| El niño arrojando ácido al cielo como una fuente verde lima de Las Vegas
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| Los dineros en rojo
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| Los futuros en negro
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| Rueda girando en reversa
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| La casa te gana la cabellera
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| Las moscas anidan en el cuello
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| Ese anciano congelado con la espesa cascada de saliva ahogando sus huevos en saliva
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| El salmón reaparece en su boca con un simple golpe en las manchas de la escotilla
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| Se limpia la mandíbula como si fuera menor.
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| La pared detrás se derrumba
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| Un hombre dentro de un Hi-Vis empala a todos los matones con casco en su colmillo
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| Dejando la ciudad a medio construir boquiabierta
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| Mientras las vides aplastan a las grullas en el crepúsculo asfixiado por la escarcha
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| Ese perezoso de ojos cremosos, con la piel floja digna de una máscara gimp de gran tamaño
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| Agujeros de conejo escondidos en el pliegue de su frente
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| Conducir a una cueva donde todos sus demonios bailan swing
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| Lo vi todo durante el desayuno
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| Frente a esa emperatriz con cara de pug
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| Pequeña tentadora agria y malhablada
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| Pagué y salí inquieto |