| Atrapado en un rascacielos, espacio de oficina
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| Toma tu descanso, escapa a toda prisa
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| Caminaría una milla por ese gran sabor
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| De mi marca te canto
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| De pie allí en parejas y tríos
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| Castañeteo de dientes y rodillas temblorosas
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| Francés inhalamos y luego estornudamos
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| Y de repente es primavera
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| Somos la nueva gente de la calle
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| Somos los que ves
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| De pie afuera fumando
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| Donde el aire es libre
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| Hasta ahora solo has tenido dos hoy
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| Cariño, has recorrido un largo, largo camino
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| Abajo cuarenta vuelos, ¿qué puedo decir?
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| Solo para obtener ese golpe
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| Estamos alrededor, los indefensos
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| Con los vagabundos, los borrachos, los vagabundos
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| Vuelve a enseñarnos a chuparnos el dedo
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| Muéstranos cómo dejar de fumar
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| Ostracizados en restaurantes
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| Aviones y lugares públicos
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| Privados de nuestros deseos más preciados
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| Es decir, la yerba
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| Vemos las vallas publicitarias y anhelamos
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| Para vivir allí, ahí es donde pertenecemos
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| Donde lucir genial nunca está mal
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| Es normal necesitar
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| Somos la nueva gente de la calle
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| Somos los que ves
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| De pie afuera fumando
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| Donde el aire es libre
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| Diez mil shocks naturales tóxicos
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| Filtro, sabor, caja abatible
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| Gracias a Dios cuando son las cinco
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| Ahí es cuando nos vamos a casa
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| A puerta cerrada todas las noches
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| Coincide con la luz de bengalas y encendedores
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| Allí ejercemos el derecho
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| Ser dejado solo
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| Las habitaciones se llenan de neblina acre
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| Llenamos nuestros ceniceros favoritos
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| Es como los buenos viejos tiempos malos
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| Solo nos equivocamos aquí
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| Pero mañana estaremos de vuelta afuera
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| A lo largo de la calle donde no podemos escondernos
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| Despojado de dignidad y orgullo
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| Chupando cigarros con miedo
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| Somos la nueva gente de la calle
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| Somos los que ves
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| De pie afuera fumando
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| Donde el aire es libre |