| Cuantas horas he pasado en su regazo, cuantas historias ha contado al revés
|
| O fuimos juntos a mirar las olas
|
| No sé quién no conoció más al abuelo.
|
| Recuerdo con que alegría y con que risas
|
| Estuvimos viendo a un perro jugar por un rato.
|
| Y ladrar juntos contra esas olas
|
| Un periódico como una espada y vencerán
|
| … Y caminamos sin decir nada
|
| De la mano... Que serenidad
|
| Pequeñas huellas impresas en la arena
|
| Ahí cerca los grandes pasos que da Ahora que camino solo por él
|
| no es conmigo te llevo al gran mar gris
|
| todas mis lágrimas
|
| Todavía veo al abuelo muerto,
|
| no recuperare esa sonrisa
|
| Ojos tan inmensos como el cielo
|
| que nunca volveré a ver
|
| Ahora que andas solo porque el esta
|
| No conmigo me llevo al gran mar gris
|
| todas mis lágrimas
|
| Brazos fuertes como el viento no
|
| Ellos me sostendrán más cerca Querida voz, no te escucho: Abuelo
|
| Sabes que te extraño Mil olas que borran sus pasos
|
| Es solo mío lo que miraré
|
| Pero siguen siendo sus historias, todos los versos
|
| Lo que he hecho con el no lo olvides
|
| Así que él está aquí al menos un poco.
|
| Porque lo que ha quedado, no ha envejecido Cuantas cosas me enseñó un poco por diversión
|
| Seguirás siendo mi abuelo por la eternidad.
|
| Ahora que andas solo porque el esta
|
| No conmigo me llevo al gran mar gris
|
| todas mis lágrimas
|
| Todavía veo al abuelo muerto,
|
| no recuperare esa sonrisa
|
| Ojos tan inmensos como el cielo
|
| que nunca volveré a ver
|
| Ahora que camino solo porque el esta
|
| No conmigo me llevo al gran mar gris
|
| todas mis lágrimas
|
| Brazos fuertes como el viento no
|
| me sostendrán más
|
| Querida voz, no te escucho: Abuelo
|
| Sabes que te extraño |