| Solo viajé por las montañas
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| Dirigido por una estrella que se desvanece al oeste
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| Cuando me encontré con una antigua ruina de una iglesia
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| Y fue allí donde me detuve a descansar
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| Luego la noche negra y lúgubre que perseguía mis pasos
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| Se estrelló contra mí como una ola
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| Susurrando a través de los árboles y la brisa espeluznante
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| Llevaba una voz invitándome a ser su esclavo
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| En un susurro dijo...
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| Grabar para siempre
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| no te vayas nunca de mis brazos
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| abraza la noche
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| De las sombras negras y retorcidas surgió una mujer
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| Belleza seductora a la vista
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| Oh, su sonrisa diabólica, su piel iluminada por la luna
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| Y cabello largo y oscuro que fluye alrededor de sus muslos
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| Mientras se acercaba, sentí que el mal se hacía más fuerte.
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| Bailo el vals con los malvados dentro
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| Congelada en mi lugar, ella besó mi cara
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| Y en una tormenta de pasión me bañó en pecado
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| En la locura... Ella dijo...
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| Grabar para siempre
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| no te vayas nunca de mis brazos
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| abraza la noche
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| Luego tejió una niebla y me arrojó a las sombras.
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| "Ven conmigo, ama eternamente, por siempre mía"
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| "Libérame, en la muerte bailaremos eternamente por los siglos de los siglos..."
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| Como así la luz, arrojada desde los cielos,
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| Me inundó como una ola
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| Me desperté, al parecer, de algún sueño loco
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| Solo para descubrir que estaba parado en su tumba
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| En mi pesadilla... Ella dijo
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| Grabar para siempre
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| no te vayas nunca de mis brazos
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| abraza la noche
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| Grabar para siempre
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| no te vayas nunca de mis brazos
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| Nunca me dejes, nunca me dejes
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| Grabar para siempre
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| no te vayas nunca de mis brazos
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| abraza la noche |