| No soy de Texas, pero me abrí camino desde Dallas
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| Y sé que el sonido solitario está siguiendo
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| Y no soy un jugador, pero puedo reconocer una mano
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| Y cuándo esperar, cuando las reinas me devuelven la mirada
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| Una vez fui carpintero, y hombre mis manos estaban callosas
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| Podría balancear un mazo de metal seguro y recto
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| Pero tomé la carretera, un poeta joven y hambriento
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| Y dejé las vigas donde estaban
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| Siempre me moveré como el mundo que gira debajo de mí
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| Y cuando pierda mi dirección miraré hacia el cielo
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| Y cuando el manto negro se arrastra por el suelo
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| Estaré listo para rendirme y recordar
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| Bueno, estamos todos juntos en esto
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| Si vivo la vida que me dan, no tendré miedo de morir
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| Y no vengo de Detroit, pero sus motores diesel me tiran
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| Y seguí hasta que finalmente perdí mi camino
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| Y ahora paso mis días en busca de una mujer a la que llamé propósito
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| Y si alguna vez vuelvo a pasar por su ciudad, me quedaré
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| Siempre me moveré como el mundo que gira debajo de mí
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| Y cuando pierda mi dirección miraré hacia el cielo
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| Y cuando el vestido negro se arrastra por el suelo
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| Estaré listo para rendirme y recordar
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| Bueno, estamos todos juntos en esto
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| Si vivo la vida que me dan, no tendré miedo de morir
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| Y mi vida no es más que una moneda, se saca de un bolsillo vacío
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| Caído en una ranura con sueños de sietes de cerca
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| Y estas esperanzas y estos miedos van con él, y la luna y el sol van girando
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| Como los números y frutos ante nuestros ojos
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| A veces pego, a veces me roba a ciegas
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| A veces pego, a veces me roba a ciegas
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| Siempre me moveré como el mundo que gira debajo de mí
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| Y cuando pierda mi dirección miraré hacia el cielo
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| Y cuando el manto negro se arrastra por el suelo
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| Estaré listo para rendirme y recordar
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| Bueno, estamos todos juntos en esto
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| Si vivo la vida que me dan, no tendré miedo de morir |