| Sufrimiento, probablemente
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| haber hecho el acróbata
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| estaba probando un tratamiento
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| De la medicina hidropática
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| Conoce un baño caliente
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| como agua de pasta
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| En el gran vientre blanco
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| Una bañera con patas
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| me bañé en mi limo
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| Y vio morir
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| Pequeñas burbujas de gas.
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| me gusta soñar
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| que me puse el vestido
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| De bure o el burnous
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| De donde brotaron los globos
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| Quitame las rodillas
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| El estanque me estaba llamando
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| como lo que es turbio
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| como lo que es feo
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| como lo que es doble
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| El que tiene dos lados
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| Como todo lo que se esconde
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| Debajo de su superficie lisa
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| un mundo en problemas
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| La niebla envolvente
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| El susurro de musgo
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| Al igual que la serpiente
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| De la manguera de la ducha
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| El hocico del secador de pelo.
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| Y el jabón que moquea
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| evocando un sapo
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| Sentado y de piel verde
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| Afligido con pústulas
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| O mis rótulas
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| Surgió frente a mí
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| Abriendo los ojos abiertos
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| En mí mismo
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| como en una presa
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| Los ojos de un caimán
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| Traído de vuelta a mamá
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| mi madre estaba tan asustada
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| Que me caigo al estanque
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| y en lo turbio
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| Y en lo que es doble
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| El que tiene dos lados
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| Y en todo lo que se esconde
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| Debajo de su superficie lisa
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| un mundo en problemas
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| mi agua se estaba enfriando
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| El agujero del carrete
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| tragado el exceso
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| Y lo escuché beber
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| En pequeños sorbos
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| Al final de la tina
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| donde esta alojado
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| Tipo de cueva negra
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| Madriguera tiene dos entradas
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| El otro es el sifón.
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| Donde van las aguas
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| Aspirado en voz alta
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| En la red de arterias
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| Tubería
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| Al refugio húmedo
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| En el centro de la tierra
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| Solitario y severo
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| Amueblado con estalactitas
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| de una mujer de ojos verdes
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| Como el estanque prohibido
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| ella esta representada
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| A los pies de Saint-Michel
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| O San Jorge en la silla de montar
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| En Hydra aterrorizada
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| El Santo lo inmoviliza
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| Blandiendo su espada
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| lo vi en la iglesia
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| él la cortará
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| Porque ella es un dragón
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| Y su cabeza es horrible
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| Cuando ella se sale de los rieles
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| pero si ella es feliz
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| Más escamas, más aletas
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| Su cabello se está rizando
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| En medio de su frente
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| Rutilo un carbunclo
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| es un rubi muy bonito
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| Deja que el wyvern abandone
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| por su abrigo
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| Cuando ella se desabrocha
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| En la hierba junto a la orilla
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| Antes de entrar al agua
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| Esto es lo que sucede
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| ¿Quién tiene el valor?
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| Para tocar su tesoro
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| Cuando ella está en el estanque
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| este es el hechizo
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| Desastroso que le espera:
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| Ondulado y espeluznante
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| Toda una corriente de serpientes
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| surge y te devora
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| ¿Qué pasa si en un esfuerzo
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| O más bien por milagro
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| Escapamos de la fiesta
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| El rubí en la bolsa
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| se convierte en estiércol
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| mi madre estaba tan asustada
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| Que me caigo al estanque
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| A través del agujero de desbordamiento
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| una voz dijo cuco
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| Ella pasó su mano por encima
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| Ella metió su cuello en
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| Ella puso un brazo a través de él
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| Una pierna, una rodilla
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| Viniendo de Jura
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| Porque este es nuestro hogar
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| El país donde nació
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| El wyvern del lavadero
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| Pasamos sin verlos
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| Los lirios están abandonados
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| Berro
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| Y en el colapso
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| son monumentos
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| Desde un tiempo lejano
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| Ella dejó las vides
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| Donde hacen vino amarillo
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| ella vino a la ciudad
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| Porque ahí es donde está la vida salvaje
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| Dejando las viejas vigas
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| Las ruinas de los castillos
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| Y sus fosos sin agua
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| Sin lucio y sin nutrias
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| ella tiene el privilegio
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| La eterna juventud
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| su piel se renueva
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| Incluido el del asiento
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| ella siempre tiene gracia
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| Su cuerpo es flexible y hermoso.
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| Su vista es deliciosa
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| Y el jabón de sapo
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| Abrió los ojos vacíos
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| pero sin embargo ansiosa
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| Que dos burbujas le hicieron
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| En mis palmas de crisol
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| le di un trago
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| Un poco de agua, que bebió
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| fue encantador ver
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| Como su trasero bien formado
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| De su lengua bífida
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| Es decir, en dos extremos
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| Deja que las serpientes se tambaleen
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| Para enterarse de todo
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| y un poco de saliva
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| La saliva es detergente en polvo.
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| Entre las hidras-grifos
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| ella me enjabono
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| Y me dejo llevar
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| gran cuidado amante
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| aceite de vetiver
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| tintura de benjuí
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| Encontrarlo muy agradable
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| Cuídame
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| Como mamá, una vez
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| Del niño maleable
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| mamá estaba tan asustada
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| Que me caigo al estanque
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| El estanque turbulento
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| El estanque que es doble
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| y que tiene dos lados
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| Como todo lo que se esconde
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| Debajo de su superficie lisa
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| un mundo en problemas
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| "No intentes seguirme
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| Cada uno sigue su propio camino".
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| Diciendo estas palabras, el wyvern
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| me estrechó la mano
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| Quitarle su riqueza
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| En el pequeño agujero negro
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| Y silbando sin cesar
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| Al final de la tina
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| Como Santa Margarita
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| De la leyenda dorada
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| donde se describe
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| Dejando regenerado
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| Del vientre del dragón
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| me sentí renacer
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| vivo y feliz de ser
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| Aturdido
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| Pies en el voraz
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| Pistas de alfombra
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| Sin encontrar rastros
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| De wyvern, de rubí
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| preguntado sobre esto
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| Jabón, piedra pómez
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| Testigos silenciosos
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| quedó sin respuesta |