| Estaba sentado en este lugar de cinco estrellas, sin ir rápido a ninguna parte
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| Cuando me llamó la atención a través del fondo de mi vaso
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| Ella era camarera en un hotel encima de este bar lleno de humo
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| Se levantó al amanecer para desayunar y siguió trabajando hasta que oscureció.
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| Y a las seis en punto, cuando terminaba su turno, bebía toda la noche
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| Bueno, ¿no lo harías si sirvieras a caballeros todo el día?
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| Bueno, ella me dijo que de dónde venía era un tipo de ciudad insignificante.
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| Cómo sus padres volvieron a nacer después de que su hermano fuera atropellado
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| Y cómo encontró las revistas en el maletero del coche de papá
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| Y él le dijo que a veces era débil, como lo son todos los caballeros.
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| Y en el verano ella trabajaba en su tienda y luego lloraba toda la noche
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| Bueno, ¿no lo harías si sirvieras a caballeros todo el día?
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| Así que dejó su casa y su familia una tarde nublada
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| Y ella vino aquí con su novia que les había encontrado una habitación
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| Y todos los días se levantaban temprano y buscaban un salario
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| Con tacones altos y maquillados, mentían sobre su edad.
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| Y su primer trabajo como camarera, solo soñaría con su turno
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| Bueno, ¿no lo harías si sirvieras a caballeros todo el día?
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| Entonces, un día, junto a la oficina de paro, la ventanilla de un coche se bajó
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| Y un caballero le preguntó cómo llegar a su antigua ciudad natal
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| Y resultó que conocía a su familia y era dueño de una serie de bares.
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| Entonces él le ofreció un trabajo si ella lo besaba en su auto.
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| Y así fue que aceptó un adelanto de la paga de una semana
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| Bueno, ¿no lo harías si sirvieras a caballeros todo el día?
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| Y mientras me contaba todos estos cuentos, se hizo una costra alrededor de la muñeca
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| Que ella confesó que se autoinfligió con un vaso de whisky como este
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| Y aunque ella me dio su nombre y número, yo no le di el mío.
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| Ella dijo que tal vez debería llamarla para divertirme en algún momento
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| Y lo más gracioso fue que ese nombre se me quedó grabado en la cabeza
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| Y ocho meses después estaba en un titular que leí
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| La habían sacado del río con ese mismo vestido negro
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| Y ella yacía allí como toda una dama para los caballeros de la prensa.
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| Y esa imagen en el periódico parecía tan pequeña y lejana
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| Bueno, ¿no lo harías si sirvieras a caballeros todo el día? |