| Vi la lluvia, se asentó
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| Desaparecimos por días otra vez
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| La mayoría de nosotros nos quedamos en
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| Perezoso como el cielo
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| Las letras volaron a través del cable
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| Filtrado a través de un millón de mentirosos
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| El mundo entero olía a llantas quemadas
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| El día que John Henry murió
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| Sabíamos de esa gran máquina
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| Eso funcionó con la esperanza humana y el vapor
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| Las apuestas por John estaban lejos entre sí
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| Sobre todo en el lateral
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| Escuchamos que dio bastante pelea
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| Sus manos y pies se volvieron blancos como la nieve.
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| Ese martillo sonó a través de la noche
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| El día que John Henry murió
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| Cuando John Henry era un bebé pequeño
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| Nadie nunca le enseñó a leer.
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| Pero él sabía la manera perfecta de sostener un martillo
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| Fue la forma en que el barón del ferrocarril celebró la escritura
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| No importaba si ganaba
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| Si viviera, o si huyera
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| Cambiaron la forma en que se hacía su trabajo.
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| Los costos laborales eran altos
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| Esa nueva máquina era barata como el infierno.
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| Y solo John funcionaría tan bien
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| Así que lo dejaron tirado donde cayó
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| El día que John Henry murió
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| John Henry era un bastardo que manejaba acero
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| Pero John Henry era un bastardo de todos modos
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| Y una locomotora nunca piensa en su papi
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| Y un motor nunca necesita escribir su nombre
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| Así que empaca tus maletas, nos dirigimos al oeste
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| L.A. no es el lugar para descansar
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| Necesitarás dormir un poco para aprobar el examen
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| Obtener algunos en el vuelo
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| Di tus oraciones, John Henry Ford
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| Porque ya no necesitamos tu trabajo
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| Deberías haber sabido el puntaje final.
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| El día que John Henry murió
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| El día que John Henry murió |