| Y si los que no tienen alma en nosotros,
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| No tendrás tiempo para pensar sobre la marcha,
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| Y ahí, en la pasarela, ya nos están encontrando
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| Y nos vemos en el aeropuerto
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| Y así va: partida, llegada
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| Y muy bien puede ser por la voluntad de Dios
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| Entonces alguien inventó un avión.
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| Que alguien había inventado antes las giras,
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| Y en algún lugar hay nieve, y en algún lugar hay cigüeñas en el techo,
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| Y en algún lugar hay nieve, un día de descanso y de nuevo un vuelo,
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| Y en algún lugar hay nieve, hay carteles colgados en ciudades lejanas
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| Y esto es nuestro, y este es nuestro billete de avión
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| Hoy volaré a Sakhalin,
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| Y mañana volaré desde Magadan
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| Hay una ciudad y quizás más de una
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| Donde me espera la princesa sin sonrisas
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| Y así ha ido volando, llegando toda su vida
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| Y muy bien puede ser por la voluntad de Dios
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| Entonces alguien inventó un avión.
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| Que alguien había inventado antes las giras,
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| Y en algún lugar hay nieve, y en algún lugar hay cigüeñas en el techo,
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| Y en algún lugar hay nieve, un día de descanso y de nuevo un vuelo,
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| Y en algún lugar hay nieve, hay carteles colgados en ciudades lejanas
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| Y esto es nuestro, y este es nuestro billete de avión,
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| Y en algún lugar hay nieve, y en algún lugar hay cigüeñas en el techo,
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| Y en algún lugar hay nieve, un día de descanso y de nuevo un vuelo,
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| Y en algún lugar hay nieve, hay carteles colgados en ciudades lejanas
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| Y esto es nuestro, y este es nuestro billete de avión |